Eduardo Serra, coordinador del CUCAI en Tierra del Fuego, comentó en ((La 97)) Radio Fueguina que ya hay seis máquinas operativas en el país. Estas tecnologías mejoran la preservación de órganos y optimizan los trasplantes. Se busca incrementar la tasa de donación y ofrecer nuevas esperanzas a los pacientes en lista de espera.
El Centro Único de Coordinación de Ablación e Implante (CUCAI) implementa un innovador programa nacional utilizando máquinas de perfusión. Este sistema, en funcionamiento desde el año pasado, promete optimizar la preservación de riñones donados, mejorando así las tasas de éxito en los trasplantes.
Eduardo Serra, coordinador jurisdiccional del CUCAI en Tierra del Fuego, explicó en declaraciones para ((La 97)) Radio Fueguina cómo se ha concretado esta iniciativa. Actualmente, el programa cuenta con seis máquinas operativas distribuidas en diversas provincias: cuatro en la jurisdicción del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), dos en Córdoba, y se prevé la entrega de dos más en Santa Fe. Además, se planea adquirir cuatro unidades adicionales que se distribuirán por toda Argentina, priorizando su instalación en distintas regiones del país.
La máquina de perfusión es un equipo avanzado que permite mantener el riñón en condiciones óptimas hasta su trasplante. Según detalló Serra, esta tecnología hace circular una solución específica a través del órgano, evitando el daño que ocurre cuando un riñón está fuera del cuerpo.
«El riñón puede estar hasta 36 horas fuera de un cuerpo, pero al utilizar esta máquina, podemos extender ese tiempo a poco más de 48 horas, asegurando que el órgano esté siempre perfundido y funcional», afirmó.
Lo crucial es que este sistema no se aplica a todos los riñones, sino que está diseñado para casos específicos. Los riñones de donantes de mayor edad o con ciertas condiciones clínicas son especialmente considerados para este procedimiento, dado que necesitan cuidados adicionales durante el tiempo de espera para el trasplante.
El riñón es el órgano más demandado en Argentina, representando el 70% de los trasplantes realizados. Esta cifra resalta la urgencia de mejorar los procesos de donación y trasplante.
Serra subrayó que «la lista de espera de riñones nunca va a desaparecer», lo que hace aún más fundamental la implementación de técnicas que optimicen la utilización de órganos.
El programa también busca incrementar la cantidad de donantes al trabajar con «órganos más marginales», que son aquellos que, aunque no son ideales, pueden ser utilizados en pacientes adecuados con el cuidado correcto.
La implementación de las máquinas de perfusión ha comenzado como un proyecto piloto en el AMBA, con el objetivo de expandir su uso en el resto del país. La capacitación y preparación del personal médico y técnico son esenciales para el éxito de esta iniciativa, que, según Serra, “requiere de un enfoque particular en cada caso” y “mucha capacitación y preparación”.
“La realidad es que específicamente el riñón hoy puede estar hasta 36 horas fuera de un cuerpo hasta que se implanta. Esto tiene que ver mucho con las distancias de nuestro país, las condiciones de los receptores, la búsqueda del potencial receptor y demás -señalo el especialista-. Cuando nosotros lo ponemos en la máquina de perfusión podemos extender ese tiempo también en poco más de 48 horas y, además, va a recibir un órgano que nunca dejó de recibir perfusión, que siempre estuvo funcionando el órgano”.
“Ahora específicamente lo estamos usando con determinados riñones, no es que es para todos los donantes, es para donantes muy particulares, con determinadas condiciones clínicas y demás que se beneficiaría el órgano estar en la máquina de perfusión hasta que se haga el transplante, no es para todos los procedimientos”, concluyó Serra.
FUENTE: RADIO FUEGUINA