Provinciales

María Elena Delgado contó el desgaste que significa para las familias tener que vivir en una búsqueda constante mientras además aparecen pistas falsas o erradas.

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Se cumple un mes de la desaparición de la niña puntana.

Aunque hubiese preferido no haber tenido que pasar nunca por la desesperante situación de vivir en una búsqueda constante, María Elena Delgado conoce a fondo cada una de las cosas que ocurren cuando un niño pequeño desaparece en la Argentina y se comienza una investigación para dar con su paradero.
De hecho, hace 12 años que la mamá de Sofía Herrera, vista por última vez el 28 de septiembre de 2008 en Río Grande, no baja los brazos y se mantiene alerta ante cada nueva pista que aparece. Los llamados no cesan, y aunque algunos son falsos intencionalmente, otras personas en verdad se comunican con ella porque están seguras que conocen el paradero de la niña que hoy tiene ya 16 años.
«Se reciben muchísimos llamados falsos. Últimamente me llaman y me dicen ‘soy la chica que buscás, estoy bien’. Yo se los paso a la Justicia, porque aparte yo no tengo la tecnología para saber desde dónde se hicieron los llamados, o desde dónde me escriben. Hace poco me llamaron de México para decirme que una familia había criado a Sofía, pero que ellos no sabían que era mi hija y que la buscábamos. Me dijeron que me iba a llamar la misma nena, pero nunca se comunicaron», comentó Delgado.
El dato de México suena repetitivo porque hace unas pocas semanas la familia de Guadalupe Lucero, la niña que está desaparecida y es buscada en la provincia de San Luis hace ya un mes, también recibió una comunicación desde ese país, donde les aseguraban que sabían donde estaba la pequeña y le preguntaban si quería volver a verla.
Sin embargo, esta no es la única coincidencia entre ambos casos. La mamá de Sofía Herrera confirmó que la vidente Véronica Contreras de los Santos, quien hace años la acusa a ella y a su marido de haber asesinado a su hija, apareció nuevamente ahora en la escena mediática, pero esta vez para ir contra los padres de Guadalupe. Sobre ellos dijo que mataron a la niña y que enterraron su cuerpo cerca de la casa de la tía, lugar en el que desapareció.
«Esta mujer apareció a los 9 meses de la desaparición de mi hija, diciendo que nosotros éramos los culpables. Lo que decía era un dolor tan enorme que no lo podía escuchar. Hasta el día de hoy me sigue acusando, y sigue nombrando a mi hija. Un día me hizo un escrache en la puerta de mi casa y recién ahí le hicieron una pericia, la cual indicó que esta mujer estaba obsesionada con el caso, que tenía alucinaciones, que no comprendía la criminalidad de sus actos y que además era inimputable. Cinco meses tuvimos que estar con custodia por ella», explicó.
Sin embargo, eso no fue todo. La vidente hasta llegó a mudarse a Río Grande, donde obtuvo un protagonismo enorme. Iba a los medios de comunicación a decir que sabía lo que había pasado con Sofía, y acusaba abiertamente a los padres de la menor en televisión.
«Nos hemos enterado de que fue a hablar con gente y hasta les ofreció dinero para que declararan en contra nuestra. Lo que hace no ayuda, porque vos mientras estás buscando a tu hija, necesitás que la gente comparta su foto. Además, hace trabajar a la Justicia innecesariamente, porque en nuestro caso hizo llamar a una persona desde Rincón de los Sauces para que declarara que había visto cómo mi marido había enterrado a Sofía. La Justicia nunca hizo nada con ella y tampoco con este hombre, que después se supo que era ex pareja de ella, porque me decían que eso no era lo importante, sino que me concentrara la búsqueda», sostuvo.
Conmocionada por la búsqueda aún fallida de Guadalupe Lucero, María Elena Delgado comentó que ya habló con la mamá y la abuela de la menor, a quienes les trasmitió sus buenos deseos y le brindó a la distancia mucha fuerza. Como está en comunicación permanente, les dice a ambas que lo más importante es no detener la búsqueda, y que aprovechen el acompañamiento de la gente.
«Todo lo que nosotros vivimos, ellos también lo vivieron. Desde llamados falsos o extorsivos, hasta la aparición de una vidente. Por ejemplo, como le pasó a ellos, a nosotros en un llamado también nos pidieron dinero a cambio para ver a Sofía, y en otro caso nos hicieron lo mismo, pero se supo que era un productor radial de San Luis que hasta hizo hablar a su hijito de dos años y mi marido estaba seguro que era Sofi», contó.
Lo mismo le ocurrió a la mamá de Guadalupe, quien también comentó ante los medios de comunicación que recibió un llamado de una persona, aunque atrás aparecía la voz de una pequeña, la cual estaba convencida de que era su hija.
Según Delgado, cuando un menor desaparece, las hipótesis que empiezan a circular son siempre parecidas: o que alguno de los padres lo mató, o que se trató de un ajuste de cuentas.

Guadalupe Lucero, la niña que está desaparecida y es buscada en la provincia de San Luis

Respecto a lo que se hace mal en estos casos, la mamá de Sofía Herrera aseguró desde su experiencia, que lo que muchas veces falta en estas búsquedas es tecnología. «A veces uno no sabe qué pensar, pero para mí hay falta de compromiso, y no tiene que haber tampoco pelea entre las fuerzas, porque cada uno quiere llevarse agua para su molino. No sé si en este país preparan gente para búsqueda de personas, yo pregunté y me dicen que sí, pero cuando desapareció mi hija en la provincia no había nadie preparado para búsqueda de personas. Se buscó a las apuradas y sin saber cómo hacerlo», aseguró, y luego se preguntó: «¿Cómo puede desaparecer alguien y que no lo encuentren? Faltan recursos económicos. En mi caso había que desarmar patrulleros para armar otros y salir a buscar a Sofía».
Más allá de que no deja de recibir llamados, la investigación por la desaparición de Herrera en estos momentos parece estar estancada, sobre todo después de que el año pasado entrara en escena Dagoberto Díaz, un nómade chileno que a pesar de que estuvo nombrado en la causa desde el primer día, recién hace un año empezó a ser buscado por la Justicia.
Según lo que se pudo reconstruir, mientras los padres de Sofía y una familia amiga estaban en el camping recién inaugurado John Goodall, los niños de ambas familias salieron junto a sus papás a buscar ramas para prender el fuego, y en menos de 9 minutos, la nena desapareció ante la vista de todos. El único que asegura que vio lo que pasó es Néstor, uno de los hijos de la familia amiga de los Herrera, quien declaró en varias oportunidades que Díaz se llevó a la nena y la sacó del predio a través del alambrado.
«Yo estoy preguntándole a la Justicia qué pasa con el ciudadano chileno que estuvo en la causa desde los primeros momentos. Lo están buscando pero no tenemos ningún resultado, no sabemos si lo buscan en Chile o no, aunque tiene pedido de captura de Interpol», dijo, y luego de asegurar que siguen a la espera, indicó que el 0800 222 7634 es el número al que se puede llamar si se tiene alguna información sobre Sofía Herrera.

Por Big Bang News