Provinciales

El diario de Melella: Realidad distorsionada para un Mandatario sin poder

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Existe una historia que se ha transformado en mito urbano en el sector político que narra una situación que tuvo lugar durante la segunda presidencia de Hipólito Yrigoyen. Según cuentan, en 1930 el expresidente cumplía su segundo periodo al frente del Poder Ejecutivo Nacional, mientras el país sufría las consecuencias de la crisis mundial originada en Wall Street en octubre de 1929.

Ante tal cuadro económico y político, se esperaban diversos conflictos institucionales en la puerta de entrada a la Década Infame. Cuentan los relatos, donde se mezclan historia, mito y leyenda, que ante ese escenario, y a fin de que los hechos negativos que se sucedían no lo perturbaran aún más, sus colaboradores más inmediatos le editaban un diario especial con las noticias que le agradaban al presidente, al que se le llamó el Diario de Yrigoyen.

La situación pareciera tener una repetición, un«deja vú» en la administración de Gustavo Melella, donde sus seguidores y afines intentan mostrarle una realidad distinta a la que se vive en la Provincia de Tierra del Fuego. Quizás, hasta el propio Gobernador tenga la intensión de recrear una ficción que refleje una situación distinta para un distrito golpeado económica y sanitariamente.

Desde el gobierno provincial pidieron apoyo a la legislatura para poder aprobar una ley de emergencia económica que permita asignar nada más y nada menos que 2 mil millones de pesos «para inyectar en el sector privado» y poder paliar las consecuencias de la inclemente cuarentena. Sin embargo, el presidente de la Cámara de Turismo, Ángel Brisighelli expuso que «a la fecha ninguna empresa ha recibido créditos tramitados por el programa PROGRESO». Primer realidad distorsionada para Melella en su intento de «apoyar al privado».

Quizás la única intensión del Gobernador fue «preparar el terreno» o generar la tendencia de apoyar al sector privado para poder sostener el funcionamiento de las fábricas aunque las condiciones sanitarias no sean las adecuadas.

Los aumentos de sueldo fueron otra realidad «dibujada» por el entorno de Gustavo Melella. Varios meses después de haber acordado un incremento en los salarios públicos, anunciaron como un «esfuerzo» generado por la administración pública, que se logró «gracias a la correcta utilización de recursos». La realidad es que la provincia de Tierra del Fuego ha recibido cientos de millones de pesos por parte del Gobierno Nacional. Para tener una idea, recién al inicio de la cuarentena, arribaron a las arcas del Estado Provincial 244 millones de pesos. Nada se sabe qué se hizo con ese dinero: no existen especificaciones concretas sobre esos fondos. Ni hablar de la plata que se le debe a los municipios en conceptos de coparticipación… Segunda realidad distorsionada para Melella.

Pero sin dudas, la situación que más le interesa disfrazar a los ministros de Melella para conformar a su guía es la actualidad de la pandemia en la provincia y, sobre todo, en la ciudad de Río Grande. Y es que pareciera paradójico que la ciudad que lo colocó a Gustavo Melella en el sillón de Casa de Gobierno sea ahora la que recibe la indiferencia del Mandatario, que prefiere mantener abierto el sector fabril en el Parque Industrial en vez de poder realizar una regresión en el proceso de desconfinamiento y poder regularizar y/o contrarrestar el rebrote del cual son testigos los riograndenses.

Las ministras Di Giglio, Castiglione y Chapperón fueron las protagonistas de estas últimas semanas, realizando reuniones con la Unión Obrera Metalúrgica y un grupo de delegados fabriles. De dichos encuentros surgieron definiciones estrafalarias tales como que «hay más riesgo de contagio en los hogares o reuniones sociales que en las fábricas».

A eso se le sumaron los dichos de la ministra de Salud, Judit Di Giglio, quien hasta el hartazgo refirió por las radios de Río Grande que la responsabilidad es de los ciudadanos, que es la población la que se ha relajado y que «el rebrote se hubiera controlado mejor si la gente respetaba los protocolos establecidos».

Tal es la situación que intentan disfrazar que durante la mañana de este jueves, Di Giglio cometió el error de comparar a Río Grande con Buenos Aires y decir que «ellos con mil casos por días están flexibilizando». Sus dichos generaron un gran rechazo en los riograndenses que se expresaron de forma negativa hacia el gobierno por redes sociales, sector que -sin dudas- marca la agenda de los funcionarios. Tercer realidad distorsionada para Melella.

Ni hablar de la situación actual del Hospital Regional Río Grande. El 26 de julio de este mismo año desde el Gobierno Provincial aseguraron que «el sistema sanitario demuestra estar en condiciones de atravesar la pandemia». Hoy, 30 de julio, ni siquiera una semana después, el nosocomio riograndense publicó mediante sus redes sociales que «debido al comportamiento social advertido, la situación epidemiológica de la ciudad y los internados por casos sospechosos y positivos de Covid19: se restringirá al máximo la atención por consultorios».

Al parecer, la situación del hospital local no coincide con la descripción que realizaron los funcionarios provinciales y no existen definiciones exactas de la realidad sanitaria y las posibilidades de respuestas por parte del sistema sanitario. Sumado a ello, el propio Director del hospital indicó que «no queremos llegar a tener que elegir quién puede tener o no una cama». Cuarta realidad distorsionada para Melella.

Todo el esfuerzo para poder demostrar una realidad diversa a la actual en la provincia puede tener razón en que el Gobernador tiene atadas sus posibilidades de tomar decisiones en el marco de la pandemia del coronavirus, quedando casi sin poder para optar un camino u otro.

Con este panorama, deberán esforzarse un poquito más los funcionarios, las cámaras y micrófonos que rodean al Gobernador porque, al parecer, la gente se está dando cuenta…

Fuente: tdf al día