Policiales

Abuelito mató a un ladrón quedó y quedó detenido por «exceso de legítima defensa»

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Un hombre de 71 años mató a balazos a un delincuente que ingresó a su vivienda del partido bonaerense de Quilmes junto a, al menos, dos cómplices.

A pesar de que, según informó la Policía, la cámara de seguridad de un comercio de la zona registró que los tres sospechosos se treparon al portón de la propiedad de Jorge Adolfo Ríos para ingresar, la víctima del asalto, un jubilado, quedó detenido y ya fue interrogado por el fiscal de la causa.

El hecho se registró este sábado alrededor de las 5 de la madrugada en una casa ubicada en las calles Acha y Ayolas de la localidad de Quilmes Oeste, partido del sur del Gran Buenos Aires, donde reside el hombre.

Voceros policiales informaron que mientras dormía en un sillón ubicado en el living de la vivienda, Ríos fue atacado por al menos tres ladrones que ingresaron por una puerta que da al patio y comenzaron a golpearlo.

En esas circunstancias, el hombre extrajo una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros de su propiedad y les efectuó al menos seis disparos a los delincuentes, quienes huyeron de inmediato.

Alertados por un llamado al 911, efectivos del Comando Patrullas Quilmes se dirigieron al lugar y encontraron a un joven tendido sobre el asfalto sin vida, con heridas de armas de fuego en el hemitórax izquierdo.

Los agentes recabaron el testimonio de un vecino, quien escuchó una discusión y luego dos o más detonaciones, por lo que se asomó a su ventana y observó a un hombre que empuñaba una pistola y que corría hacia una vivienda, ubicada a unos 30 metros.

A su vez, el dueño de la casa asaltada fue asistido por personal de salud, que constató heridas sangrantes en su cabeza y lesiones visibles en un antebrazo y en el rostro.

El fiscal Ariel Rivas, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 del Departamento Judicial de Quilmes, dispuso un allanamiento de urgencia en la casa del hombre, y efectivos de la comisaría 9° de Quilmes secuestraron el arma de fuego que utilizó, que tenía tres municiones en su interior y nueve cápsulas servidas.

Posteriormente Rivas ordenó su aprehensión por el delito de «homicidio con exceso en la legítima defensa». A su vez, el jubilado se negó a declarar y seguirá preso, mientras el fiscal aguarda el resultado de la autopsia, como así también el informe de la Policía Científica, entre otras pericias.