Un grupo de familias que vive desde hace décadas frente al mar, en calle Beauvoir, entre las calles Pacheco y Estrecho San Carlos, tramo que se extiende por poco más de 200 mt., expusieron un problema que padecen por la desidia del Municipio de Río Grande. El agua socava la playa y ya se encuentra cerca de las casas. “La obra quedó trunca justo frente a la casa de la familia Trejo”, indicó Georgina Zamora.
Un grupo de familias que vive desde hace décadas frente al mar, más precisamente en calle Beauvoir, entre las calles Pacheco y Estrecho San Carlos, tramo que se extiende por poco más de 200 mt., expusieron ante El Sureño un problema que padecen por la desidia del Municipio de Río Grande.
Según explicaron, en ese tramo de playa no existe muro costero porque nunca se terminó la obra que estaba proyectada y que debía culminar en el viejo puerto riograndense pero que quedó trunca a la altura de la calle Pacheco.
Esta situación generó que esos pocos más de 200 metros quedaran expuestos directamente a la ferocidad de las olas y, por consiguiente, que las familias que viven allí desde hace décadas sufran las consecuencias.
El Sureño mantuvo una charla con Georgina Zamora, quien representa a una de las familias damnificadas. “Hace varios años que le reclamamos a las autoridades municipales por la culminación de la obra que quedó trunca justo frente a la casa de la familia Trejo y nunca nos dieron respuestas”.
Zamora recordó que hace años, Coldorf nos dijo que estaba en los planes municipales culminar con la obra pero nunca se hizo nada y luego le reclamamos a Gabriela Castillo, quien nos dijo que se estaba trabajando pero sólo nos tiró unas camionadas de escombros frente a nuestras casas, que es lo mismo que nada porque cuando la marea golpea ese escombro queda dentro del mar en minutos”.
La mujer indicó que “desde que se hizo la primera parte del muro costero el agua golpea con más fuerza en nuestro sector porque se ha producido una especie de embudo y, como no tenemos contención, el mar ha socavado la playa constantemente y ahora tenemos el agua prácticamente a metros de nuestras casas”.
Dijo además que “en nuestra casa el agua llega al portón que da al mar y, cuando hay marea extraordinaria, el agua entra a nuestras casas”.
Ordenanza cajoneada
Uno de los concejales que se hizo eco del reclamo de este grupo de familias fue Raúl von der Thusen quien en 2017 presentó el proyecto de ordenanza que lleva el número N°0628/2017, en el que pide a las autoridades municipales que se lleve adelante el correspondiente estudio de factibilidad a fin de continuar con la construcción de una nueva etapa del muro costanero de contención sobre la margen lindante con el Mar Argentino, como así también veredas y sectores verdes.
El Edil recordó que hace algunos años se viene trabajando en las distintas etapas de construcción del muro costanero el que, en un principio se denominó como “Defensa Costera en la ciudad de Río Grande”; pero sin un argumento conocido la obra fue paralizada entre los años 2012 y 2013 y, a la fecha, no tuvo ninguna intención manifiesta de continuación, a pesar de que sólo restan completar poco más de 200 metros”.
En diálogo con El Sureño, Von der Thusen señaló, entre otras cosas, que los vecinos del sector explicaron que este planteo no sólo tiene que ver con lo arquitectónico y pérdida de terreno, sino también con una situación de seguridad, ya que en varias ocasiones han visto ingresar el agua de mar a sus hogares generando diversos inconvenientes y daños”.
El Concejal del Partido Verde expuso que en diversas oportunidades “pudimos observar cómo el mar va socavando los terrenos, llegando a destruir contenciones y rejas de los vecinos que allí viven. En épocas donde las mareas son extraordinarias, el agua ingresa a los domicilios generando muchísimos inconvenientes y corre riesgo hasta la vida de esos vecinos”.
Fuente: Diario El Sureño