Juicio

Toranzo: “El moretón en los nudillos me lo hice arreglando un auto…”

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Ante las gravísimas lesiones que la autopsia de la Dra. María Alejandra Accetti evidenció, causadas por un “objeto romo” compatible con un puño, pie o rodilla, su pareja casualmente admitió tener los nudillos de su mano derecha lesionados a causa – dijo – de un accidente sufrido mientras arreglaba un auto…

Sebastián José Cortes Toranzo reconoció ante el Tribunal además que al momento de ser detenido también tenía una lesión en la pantorrilla “que me hice cuando me caí de una escalerita que había dejado al revés para que nadie se suba” – explicó, con la voz más acelerada, dejando de lado el tono monocorde que había caracterizado a su declaración e intentando negar así que sus lesiones pudieran haber sido producto de la defensa ejercida por la víctima para evitar que la matara.

La médica forense Inés Aparici afirmó ante el Tribunal Oral en lo Criminal del Distrito Judicial Norte, integrado por los jueces Juan José Varela, Eduardo López y Verónica Marchisio que “la muerte de Alejandra Accetti se debió al estallido de órganos vitales, la fractura de casi la totalidad de las costillas y la consecuente perforación de los pulmones. El rostro y la cabeza aparecían deformados por golpes realizados con un elemento romo como podría ser un puño, rodilla, codo o pie”.
Todo hace presumir que María Alejandra Accetti fue sometida a una terrible paliza a golpes de puño y patadas, hecho que se enlaza con los estudios periciales que se le practicaron al único sospechoso, su pareja, José Sebastián Toranzo. Inclusive durante su exposición ante los jueces y preguntado si tenía al momento de los hechos algún moretón en el cuerpo, el imputado admitió: “Sí, en la mano derecha, en medio de los nudillos. Me lo hice mientras estaba arreglando un auto – acelera la voz – arreglando el caliper de freno con un auto colgado y se me cayó. También tengo una lesion anterior y tendinitis. Y también en la pantorrilla tengo otra marca porque me caí de una escalerita que había dejado al revés para que nadie se suba”.


Edición:
Diario Prensa