Sergey Baranov, y su esposa Yelena, rescataron a un gato que se encontraba sentado encima de la nieve bajo su automóvil. Primero intentaron tomarlo en brazos, pero esto no fue nada sencillo porque él estaba prácticamente inmóvil. El gato tenía sus pequeñas patas congeladas después de haberlas metido en un charco.
Esto ocurrió en Zlatoust, Siberia, donde las temperaturas llegaron a -35 grados, la pareja intentó ayudarlo de inmediato vertiendo agua caliente sobre el hielo. El gato estuvo a punto de perder su vida a causa de la hipotermia, pero afortunadamente fue rescatado a tiempo.
Aunque a algunos gatos les desagrada el agua, él fue consciente de que la pareja estaba intentando ayudarlo para salir del charco congelado y se mantuvo en calma; permitiéndoles realizar todo el prendimiento y con la esperanza de salir con vida de la difícil situación.
Sergey dijo, según The Siberian Times:
«Debe haberse hecho bajo el coche por la noche, en busca de un lugar cálido, se durmió y todas sus patas se congelaron por la mañana».
La pareja logró finalmente sacar al gato del hielo después de haber utilizado siete baldes de agua tibia, pero sus patas no recuperaron inmediatamente la movilidad porque estaban demasiado frías, por eso ellos decidieron envolverlo en una manta y llevarlo a su hogar para brindarle calor.

La pareja fue consciente de que no era buena idea simplemente sacar al gato a la fuerza porque esto podría causar una fractura.
Sergey y Yelena se comunicaron con un veterinario quien llegó y le aplicó al gatito de siete meses, una inyección antiinflamatoria. Al final del día, ya había comenzado a caminar. Él fue llamado Semyon y fue adoptado días después por una joven, quien afirma que está muy contento ahora.
«Siempre comprueben lo que hay bajo sus coches antes de arrancar el motor».