La menor no quiso seguir estudiando y se retiró del colegio. Tampoco podía trabajar, así que se la pasaba todo el tiempo en su habitación.
La crianza, los límites de hijos e hijas y los alcances de los padres para corregir, ha generado polémica a lo largo de los años, porque si bien hay estudios y académicos que ofrecen pautas, nadie sabe a ciencia cierta cuál es la manera más asertiva de llevar a cabo ese proceso.
Justamente, una historia, que tuvo lugar en China, le ha dado la vuelta al mundo con comentarios a favor y en contra.
Se trata de los padres de una joven de 13 años, que decidieron castigar a su hija, de una forma no convencional, por su mal comportamiento. Sin embargo, lo que generó revuelo tuvo que ver con el hecho de que la enviaron a una isla completamente desierta.
La menor no quiso seguir estudiando y se retiró en septiembre del año pasado. Tampoco podía trabajar, así que se la pasaba todo el tiempo en su habitación.
Al ver esta actitud y no poder hacerla entrar en razón con el diálogo, sus padres tomaron la decisión de que tuviera una experiencia de vida extrema.
Le empacaron algunas pertenencias y decidieron llevarla a una isla desierta, ubicada en medio del mar Amarillo.
La pareja y la menor se adentraron a la isla en compañía de un experto en supervivencia, pero la experiencia no duro mucho. A los dos días y en un descuido, la joven pidió ayuda a unos pescadores que pasaban por ahí.
Los hombres acudieron a la Policía que llegó hasta el lugar y les pidió desalojarlo y aunque pusieron resistencia al considerar que el castigo era ideal para un cambio de actitud de su hija, finalmente se retiraron del lugar.