En tiempo record (2 minutos y medio), la empresa australiana Qantas vendió todas las plazas disponibles para ir a ver “más de cerca” el eclipse lunar de fin de mes.
(CNN) — Qantas está ofreciendo un nuevo «vuelo a ninguna parte» que dará a los residentes australianos hambrientos de viajes la oportunidad de admirar la superluna de finales de mayo y el eclipse lunar completo desde más de 12.000 metros de altura.
Si esperabas conseguir boletos, no vas a tener suerte: la aerolínea dice que se vendieron en un «tiempo récord», 2 minutos y medio, para ser exactos.
El vuelo de la superluna es el último de una serie de viajes operados por Qantas que llevan a los viajeros a dar un paseo placentero, antes de devolverlos al mismo lugar de donde despegaron.
Los precios de los boletos para el vuelo de la superluna comenzaban en AUS$ 499, para un boleto económico (US $ 386), mientras que la clase ejecutiva estaba a la venta por AUS$ 1.499 por boleto (US $ 1.160).
Después de que se agotaron los pasajes, también se creó una lista de espera, pero desde entonces se ha cerrado.
El vuelo promete unas vistas lunares bastante espectaculares. La aerolínea dijo en un comunicado de prensa que está trabajando con la astrónoma Dra. Vanessa Moss para diseñar «la ruta de vuelo óptima sobre el Océano Pacífico».
Moss también estará a bordo para entretener a los viajeros con datos e ideas sobre el evento lunar del 26 de mayo, que la NASA llama un «eclipse de superluna de sangre».
La NASA explica que la parte «súper» proviene del hecho de que la luna llena estará cerca de su posición orbital más cercana a la Tierra, lo que la hará más grande y brillante para el ojo humano.
En algunas partes del mundo, la Luna parecerá adquirir un tono rojizo debido al eclipse lunar total. A medida que la Luna atraviese la sombra de la Tierra, se verá más oscura y roja.
«El color rojo proviene de la luz solar que se filtra a través de la atmósfera de la Tierra, un anillo de luz creado por todos los amaneceres y atardeceres que ocurren alrededor de nuestro planeta en ese momento», dice el sitio web de la NASA.
La agencia espacial de EE.UU. agrega que es «difícil de predecir» cuán roja se verá la Luna, ya que esto también puede verse afectado por el polvo en la atmósfera.
El eclipse lunar total, el único de 2021, debería ser visible desde Australia, Nueva Zelandia, algunos territorios del Pacífico y la costa oeste de Estados Unidos.
Si bien es peligroso mirar un eclipse solar directamente, es seguro admirar un eclipse lunar.
Contemplar la luna
El vuelo de Qantas se llevará a cabo en un Boeing 787 Dreamliner, elegido porque sus grandes ventanas lo hacen «ideal para contemplar la Luna», dijo la directora de atención al cliente de la aerolínea, Stephanie Tully, en un comunicado.
El vuelo de la superluna durará tres horas, partiendo de Sydney y sobrevolando el puerto de la ciudad antes de cruzar las nubes para contemplar la Luna y el eclipse.
Los viajeros permanecerán con mascarilla y se les requerirá distancia física a bordo.
En octubre pasado, el primer vuelo a ninguna parte de la aerolínea australiana llegó a los titulares cuando los boletos iniciales se agotaron en menos de 10 minutos.
La doctora Fiona Downes, quien gastó sus puntos no utilizados en un boleto de clase ejecutiva para el vuelo de octubre, calificó el viaje como «una experiencia única en la vida».
Regresar a los cielos, dijo Downes a CNN Travel, fue «como volver a estar en casa».
Sin sentido
Algunos criticaron a Qantas por quemar combustible innecesariamente en un momento en que la crisis climática debería estar impulsando un mayor respeto por el medio ambiente.
Un portavoz de Friends of the Earth le dijo a CNN Travel –el otoño pasado– que veían el vuelo como «esencialmente la definición de un viaje sin sentido».
Qantas se comprometió a compensar el 100% de las emisiones de carbono del vuelo de octubre y planea hacer lo mismo para la próxima excursión para ver la superluna.
Otras aerolíneas también han realizado vuelos a ninguna parte, incluidas All Nippon Airways, EVA Air y Hong Kong Express.
Lilit Marcus de CNN Travel, quien estaba a bordo del vuelo de Hong Kong, dijo que la experiencia de regresar a los cielos era «extrañamente emocional».