El relator del Superior Tribunal de Justicia prestó declaración indagatoria en forma remota 34 días antes de la fecha que el juez de la causa, Javier De Gamas Soler, le había fijado.
A la causa iniciada por la denuncia judicial y pública de Carla Kirstein se sumó la declaración de la hijastra del imputado, quien convivía con la pareja y refirió que su madre nunca le manifestó que Marcelo Guzmán la golpeaba y que tampoco la vio con marcas en el rostro o el cuerpo. Lo mismo declaró una amiga de la mujer. Pese a haber sido citada más de una vez, todavía no compareció la psiquiatra que atiende a la denunciante. Guzmán y Kirstein serán sometidos a pericias para determinar el perfil mental de ambos.
Aunque la fecha establecida por el Juzgado de Instrucción Nro. 1 a cargo de la causa estaba fijada para el día martes 27 de septiembre, el patrocinante legal del imputado Marcelo Guzmán, requirió al juez Ignacio de Gamas Soler, el adelantamiento de la fecha para el miércoles 24 de agosto. De esta manera, con la representación del estudio jurídico del abogado Juan Carlos Stevenson, Guzmán prestó declaración indagatoria de manera remota, una modalidad que hace tiempo quedó fuera de uso en la Justicia fueguina, pero que De Gamas prefirió para cumplir con el paso procesal en cuestión.
Según se pudo saber, el declarante se mostró sereno y firme en sus apreciaciones, insistiendo en todo momento en su inocencia y negando los cargos formulados por su esposa Carla Kirstein, con quien tiene una hija de 9 años de edad. Como se recordará, Kirstein se presentó en la Comisaría de Género y Familia el día lunes 8 de agosto para denunciar una golpiza presuntamente propinada por su marido en una escalera de la vivienda familiar, ocurrida el día 26 de julio. El sábado 13 de agosto se sentó frente a una cámara y subió a la red social Facebook, dos videos que se viralizaron y trascendieron la provincia, en los que se la veía con el rostro muy golpeado.
En función de ello Guzmán negó haber sido el autor de las marcas que su esposa exhibió en el cuerpo y en la cara, manifestando que las mismas obedecían a una caída que ella le había contado que había tenido en proximidades del local de Pilates de su propiedad, en la calle Onas y Deloqui. Durante su exposición el abogado relator admitió que el vínculo amoroso entre ambos estaba muy deteriorado, pero que en ningún caso las discusiones que frecuentemente sostenían, sobre todo por cuestiones de índole económica, habían pasado al plano físico.
El imputado negó también haberle causado una lesión en el hombro a Kirstein, hecho nuevo que denunció a modo de ampliación en los últimos días su esposa, y solicitó que se le efectúen pericias que a su criterio determinarán de manera fáctica que se trata de una lesión que sufrió hace más de una década atrás por parte de su ex marido, en cuyo juicio de divorcio y en la provincia de Córdoba, Guzmán ofició como abogado. No dejó de sorprender que el letrado detallara que dicha lesión fue producto de una llave “krav maga”, una maniobra de inmovilización, dado que el ex esposo de Kirstein era karateka.
Al expediente, que ya acumula miles de fojas, se sumó también de manera reciente la declaración de la hija de Carla Kirstein, de 19 años de edad, quien convivió desde sus 3 años de vida con su madre y con Marcelo Guzmán. La joven declaró que en ninguna ocasión su progenitora le refirió haber sido víctima de maltrato físico por parte de su padrastro y que ella misma no le vio nunca marcas que le hicieran presumir que algo malo estaba pasando, más allá de escucharlos discutir con frecuencia. También dijo que su madre la acompañó en esa fecha al aeropuerto, debido a que viajó a Israel a realizar un intercambio estudiantil y que no le vio ningún tipo de lesión.
Otra testigo que compareció en el Tribunal como amiga de Kirstein, coincidió también en señalar que la denunciante nunca le contó nada acerca de agresiones físicas por parte de su marido, que no la vio tampoco golpeada en ninguna oportunidad, aunque “sabía que se llevaba muy mal con el tipo”.
Medidas en curso
Personal policial continúa verificando la existencia de cámaras de seguridad en toda la extensión de la escalera ubicada en calle Onas, entre Deloqui y San Martín, y su contenido, para determinar si entre el 20 y el 31 de julio se registra el paso de Carla Kirstein y eventualmente, la caída que señala Marcelo Guzmán que ella le habría referido para determinar si ocurrió o no. También se encuentran en curso pericias psicológicas y psiquiátricas tendientes a determinar el estado mental de acusado y acusadora.
Cumplido el acto indagatorio, el juez De Gamas Soler deberá expedirse antes del 5 de septiembre, resolviendo si procesa a Marcelo Guzmán de los cargos que se le imputan – lesiones leves y graves en contexto de violencia de género – o lo sobresee.
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