Desde que entró en vigencia la legislación que avala las prácticas en los centros de salud, en el nosocomio de la capital fueguina se registra casi un aborto por día. Los números, detrás de los que hay un sinfín de historias de vida y de existencias que no serán, interpelan a la sociedad.
El Hospital Regional de Ushuaia realiza aproximadamente 320 interrupciones de embarazo anuales bajo el marco de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo – IVE – y la Interrupción Legal del Embarazo – ILE -. Esta legislación, vigente en Argentina, otorga el derecho a la interrupción voluntaria y legal del embarazo para mujeres y otras personas gestantes, garantizando el acceso gratuito a estos procedimientos a través de los sistemas de salud: público, privado y de obras sociales. La ley no solo reconoce el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, sino que también aborda problemas de salud pública relacionados con la mortalidad por abortos clandestinos y la violencia de género que implica la maternidad forzada.
La IVE permite a mujeres y personas gestantes acceder a la interrupción del embarazo hasta la semana 14 de gestación inclusive. Este derecho debe ser garantizado sin obstáculos en todo el territorio argentino, reconociendo así la autonomía de la persona gestante sobre su propio cuerpo y salud.
En tanto la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), es a partir de la semana 15 de gestación, la ley establece que la interrupción del embarazo solo es posible bajo circunstancias específicas:
Si el embarazo es consecuencia de una violación- en este caso toma intervención la Justicia de la correspondiente jurisdicción – o si el embarazo pone en riesgo la vida o la salud integral de la persona gestante, en términos de bienestar físico, mental y social, como establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El límite para la IVE se extiende hasta las 20 semanas de gestación. Pasada esta etapa, en casos excepcionales entre las semanas 25 y 30, las intervenciones pueden ser exclusivamente quirúrgicas.
Es importante mencionar que debe realizarse el consentimiento informado, que es un requisito fundamental. Este documento permite que la mujer o persona gestante, tras recibir toda la información relevante, decida de forma autónoma e informada si desea interrumpir el embarazo. Este consentimiento es intransferible y ningún tercero puede sustituir a la mujer o persona gestante en este proceso de toma de decisiones.
En la primera consulta se abre una historia clínica y se evalúan tanto la edad gestacional como el estado de salud de la paciente. Se le informa sobre sus derechos, los procedimientos y los métodos disponibles para llevar a cabo la práctica.
Antes de proceder, el personal médico solicitará la firma del consentimiento informado. En los casos de ILE, también se requiere una declaración jurada que indique la razón específica de la solicitud, según lo estipulado por la ley. Luego, se realiza un control físico y un estudio ecográfico para confirmar la viabilidad de la práctica y el estado de gestación.
Dependiendo de la etapa de gestación, el procedimiento puede realizarse mediante el uso de Misoprostol o por aspiración manual endouterina (AMEU). El Misoprostol es un medicamento que induce contracciones en el útero para facilitar la expulsión del contenido uterino. La administración puede ser sublingual, bucal o vaginal, y la dosis es ajustada por profesionales del hospital según la etapa gestacional. La Aspiración Manual Endouterina (AMEU) se utiliza en procedimientos más avanzados o en función de las condiciones médicas y consiste en una aspiración quirúrgica del contenido uterino. El procedimiento puede ser ambulatorio o requerir hospitalización, según el tiempo de gestación.
Posteriormente a la intervención, se realiza un seguimiento para evaluar el estado de salud de la mujer o persona gestante y se le ofrece información sobre métodos anticonceptivos. Además, el hospital da información acerca de los métodos anticonceptivos y también, en caso que así se solicite, suministrándoles.
Las mujeres o personas gestantes que solicitan la interrupción del embarazo pueden acceder al procedimiento en condiciones sanitarias seguras y acompañadas por personal médico especializado. “La ley también contribuye a disminuir la maternidad forzada, un tipo de violencia de género que atenta contra la autonomía de las mujeres y personas gestantes y su derecho a decidir” – señalaron los legisladores al momento de aprobar la normativa en nuestro país.
A título de ejemplo podemos decir un embrión de 14 semanas presenta algunas características como la aparición de algunos vellos delgados en el rostro. Este vello suave e incoloro se denomina «lanugo» y cubrirá la mayor parte del cuerpo del embrión hasta que caiga, justo antes del parto.
Los genitales del embrión se han desarrollado completamente, pero es posible que todavía no se puedan detectar en una ecografía. Además, el feto comienza a producir las hormonas tiroideas, ya que las glándulas tiroideas han madurado. En esta etapa pesa alrededor de 45 gramos y mide unos 9 centímetros de la coronilla al cóccix.
En conclusión, el Hospital Regional de Ushuaia, en concordancia con la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y la Ley de Interrupción Legal del Embarazo, ofrece la posibilidad de acceder a estos procedimientos en condiciones seguras y ejecutados por personal médico, reduciéndose considerablemente los riesgos asociados a las prácticas clandestinas.
Datos que preocupan.Son 23 los nacimientos y 35 los abortos por mesLa estadística revela, contrariando las suposiciones, que la franja etaria de adolescentes comprendidas entre los 15 y los 17 años representa un ínfimo porcentaje en la demanda de la realización de las prácticas de interrupción voluntaria del embarazo, mientras que la de mujeres adultas de 20 a 35, es la de mayor incidencia y en algunos casos, a repetición, con hasta tres abortos en el año por persona. En la ciudad de Ushuaia, se realizan aproximadamente 320 abortos al año, lo que equivale a un promedio mensual de aproximadamente 27 intervenciones. Las mujeres que solicitan este servicio tienen, en su mayoría, entre 20 y 35 años. Las adolescentes entre 15 y 17 años representan un porcentaje muy bajo del total de IVE realizadas, lo que sugiere que el grupo etario más joven tiene un menor acceso o demanda de estos servicios.Comparación con los nacimientosLos datos de IVE contrastan con la disminución de los nacimientos en la ciudad. Durante los meses de invierno (junio, julio y agosto), el promedio de nacimientos fue de 23 por mes, mientras que los abortos superaron los 35 mensuales en el mismo período. Este contraste evidencia una tendencia decreciente en la tasa de natalidad y un aumento en la demanda de servicios de IVE, lo que podría tener diversas implicancias sociales y sanitarias para la comunidad de Ushuaia.Preocupación por la repetición de abortosUna de las inquietudes recurrentes entre los profesionales de la salud es la frecuencia con la que algunas mujeres recurren a la IVE en repetidas ocasiones. A pesar de la amplia disponibilidad de información sobre métodos anticonceptivos, es común observar casos de mujeres que se someten a una segunda o tercera intervención voluntaria del embarazo, incluso en el mismo año. Esto indica posibles fallas en el acceso o uso correcto de métodos anticonceptivos por parte de estas mujeres, o bien una necesidad de reforzar la educación en salud reproductiva. Existen diversos factores que podrían estar influyendo en la prevalencia de abortos en Ushuaia. A pesar de la disponibilidad de anticonceptivos y de la información difundida sobre su uso, la recurrencia en las intervenciones sugiere que muchas mujeres podrían no estar utilizando métodos anticonceptivos de manera efectiva. La repetición de abortos destaca la necesidad de fortalecer las campañas de educación en salud sexual y reproductiva, especialmente entre los grupos etarios de mayor prevalencia en IVE.  |
Informe periodístico especial elaborado por el periodista Héctor Angel “Lito” Lavia.
Edición:
Diario Prensa