En su relato, el hombre contó que la experiencia del viaje de retorno «no fue muy buena», y relató las peripecias desde que se subió al avión en Aeroparque, hasta aterrizar en el Fin del Mundo. «Había gente con valijas de Avianca de Ezeiza, pregunté en la ventanilla si eran todos fueguinos y me respondieron «en teoría», narró. Advirtió sobre la falta de cumplimiento del protocolo en el vuelo.
‘No había ningún asiento vacío’, relató el vecino quien recien pudo regresar a Ushuaia después de más tres meses sin poder viajar.
Relató el vecino tras regresar a Ushuaia después de más tres meses sin poder viajar.
Un residente de la ciudad de Ushuaia que se encontraba varado en Buenos Aires y logró retornar a la provincia días atrás narró detalles y lo sucedido previo, durante y después del vuelo, y observó que al aterrizar el avión todo fue «todo un caos y un desorden».
«El vuelo venía lleno, no había ningún asiento vacío, y cuando dejó de carretear en Ushuaia la gente se paró para empezar a sacar las valijas del buche. La gente empujándose, nada de distancia social», relató Juan José Mauricio esta mañana, en diálogo con «Entre Nosotros» por Radio Provincia.
En este sentido, el hombre contó que tenía pasaje reservado para volver al Fin del Mundo para el 1° de abril, pero por la suspensión de los vuelos por la pandemia recién pudo hacerlo el 27 de junio. Y reveló un detalle no menor que sucedió antes de embarcar en Aeroparque.
«Yo pregunté en la ventanilla si eran todos fueguinos, y me respondieron que en teoría sí. Hice el check-in y no me pidieron domicilio. ¿Tiene el ticket? listo suba, nadie me dijo si era residente o si venía de otro lado. Me llamó la atención que en ese vuelo venía una persona con valijas con el plástico abrochado de Avianca y que había pasado por Ezeiza. Digo: ese no es tan residente», polemizó.
UN VIAJE «COMPLICADO»
Además, el vecino amplió con el escenario que se suscitó en el avión, y no ocultó su preocupación por la falta de distanciamiento que se produjo al tocar suelo fueguino, sin ningún tipo de responsabilidad de la gente.
«Era un viaje complicado, me llamó la atención el caos al aterrizar y el desorden al entregar las valijas: nada de distancia social ni nada. El peor momento fue cuando el carreteo se detuvo y estábamos todos parados en el pasillo, me hacía acordar a la famosa Puerta 12 en la Cancha de River», expresó, en alusión a la tragedia de 1968 en ese estadio que se cobró 71 vidas.
«Me llamaron el primer día que llegué porque había dado el síntoma de anosmia (pérdida del sentido del olfato). Que en realidad fue un error de preguntas: se me preguntó si identificaba qué perfume era el me estaban dando, y yo no identifique si el aroma era sándalo, almizcle, rata almizclera. La pregunta debió haber sido «si lo siente o no», cuestionó.
«Viajé solo y estoy solo, tengo a mi hija y mi pareja que no entran a la casa. No es cómodo estar aislado, pero me parece que es necesario», cerró el hombre.
Fuente: Infofueguina