Increíble. En el marco de una gran cantidad de contagios y la detección de nuevas cepas de COVID 19 en Ushuaia, los novios – ambos agentes de salud – y los organizadores, se enojaron con la Policía y los medios de comunicación.
La Secretaría de Comercio procedió a la clausura del establecimiento y la Policía labró actas por flagrancia a los concurrentes, acusados de infringir normativas que prohíben la actividad de casinos, bingos, discotecas y salones de fiestas.
A raíz de la denuncia telefónica realizada por vecinos de la calle Marcos Zar al 600 dando cuenta de la existencia de una gran cantidad de vehículos estacionados frente al salón de fiestas emplazado en el numeral 656, personal policial se acercó al lugar constatando que se estaba realizando una fiesta con alrededor de medio centenar de concurrentes.
En el hecho, registrado el viernes último, intervinieron simultáneamente integrantes de la Secretaría de Comercio dependiente del Gobierno provincial, quienes notificaron al propietario del lugar del contenido de la Resolución N° 408 del Ministerio de Salud de la provincia, del decreto provincial N° 900/21 y del DNU nacional N° 287/21, normativas que prohíben la actividad de casinos, bingos, discotecas y salones de fiestas.
En un clima de gran incomodidad y molestia de quienes se encontraban en el festejo, los inspectores gubernamentales procedieron a labrar un acta y a clausurar el local, mientras la Policía notificaba a los presentes que se encuentran incursos en el delito de flagrancia.
Al respecto, el subsecretario de Comercio, Gustavo Cejas, relató que “hablamos con el propietario del local, quien aludió que estaba habilitado para trabajar a modo de restaurant, pero se le explicó que eso no lo habilita a realizar una fiesta privada. Durante los operativos que vamos realizando lo que vemos es que, tanto los dueños de los locales como la gente misma se relaja, pero hay que tener en cuenta que seguimos en pandemia y que es fundamental cumplir con las normativas vigentes y con los cuidados que todos ya conocemos”.
El funcionario expresó además que “realmente no queremos retroceder en la actividad comercial la cual estuvo frenada durante casi un año entero. Por eso llamamos a la reflexión general y a seguir cuidándonos entre todos para evitar situaciones como las del año pasado”.
Enojo e incoherencia
Pese a que Ushuaia refleja a diario un alarmante incremento de la curva de contagios de coronavirus y además se ha detectado entre sus habitantes la circulación de las temidas nuevas cepas de Manaos y del Reino Unido, se siguen efectuando reuniones sociales, clandestinas y no clandestinas, como el festejo de esta boda que además tiene como agravante extra el que los festejados pertenecen a la actividad sanitaria.
Los novios, invitados y organizadores del evento, manifestaron su “enojo” a través de las redes sociales, en total desacuerdo con que se haya interrumpido el festejo, registrado sus identidades y comunicados de que deberán afrontar ahora una causa judicial federal. Por el contrario y sin ningún tipo de reconocimiento de responsabilidad, se dedicaron a menoscabar al personal policial que al labrar el acta incurrió en un error de ortografía y a denostar a los medios de prensa que durante el fin de semana publicaron el hecho, tildándolos de “amarillistas”. En el colmo de lo absurdo y en un intento de victimizarse, afirmaron que en la fiesta “había diabéticos que se vieron impedidos de salir a colocarse insulina…”.
Las manifestaciones realizadas permitieron al menos entender por qué el número de contagios en Ushuaia particularmente no deja de subir, con su consecuente porcentaje de internados en la UTI y muertos.
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Diario Prensa