Icono del sitio INFOTDF

TOLHUIN: El sacrificio y estudio de un joven tolhuinense, para ser piloto de avión

Comparte:

Federico Herlein, presidente Aero Club RG, destacó el esfuerzo de un jovencito de 19 años, llamado Valentín Carreño, quien con empeño y ganas de estudiar y de salir adelante, se recibió de piloto privado. Es de Tolhuin y viajaba a Río Grande todas las semanas durante varios meses para poder recibirse, ahora estudiará para ser piloto comercial.

“Hace algunos años llegó Valentín al Aero Club junto a su mamá, cuando tenía 16 años. Tuvo que esperar hasta los 17 años, que es la edad mínima para poder estudiar aviación, y comenzó con el curso teórico viajando todos los sábados durante casi un año desde Tolhuin y después de regresar de la parte teórica continuó con la práctica”, comenzó recordando Herlein, en el programa Entre Mate y Mate.

Esta semana, luego de una inspección de Buenos Aires “logró su licencia de piloto privado de avión, lo que es el primer paso en la carrera aeronáutica para un piloto. Y con los mejores tiempos porque tiene recién 19 años y ya es piloto, con una dedicación notoria. Y también se recibió Maxi Funes, que es un pibe de la ciudad de Río Grande, de 21 años también. Los dos son muy jovencitos, es una camada muy joven, o sea, estamos recuperando ese interés en los jóvenes fueguinos por la aviación”.

CÓMO ES EL CURSO

En relación al curso, explicó que “en primer lugar se cursan durante 6 meses los fines de semana la parte teórica del piloto privado. Y una vez aprobado y finalizado eso, pasamos a la parte práctica, con los costos más de las inclemencias del tiempo y demás, se estima un año, un año y medio para hacer el curso de piloto privado de avión. Es algo que tiene mucha dedicación, mucha conducta se requiere, por eso nosotros lo que valoramos es que los chicos se sumen, en este caso Valentín, por ejemplo, hoy ya está iniciando sus primeras horas para su carrera de piloto comercial, y lo bueno que lo pueden hacer en Río Grande y no salir de la provincia”.

“Nosotros tenemos -dijo- una habilitación para ser pilotos comerciales, inclusive instructores de vuelo también. Hemos certificado recientemente el Aero Club con escuelas de vuelo con ese estándar, así que como novedad es esa, nosotros tenemos toda la carrera aeronáutica, sin problemas la podemos hacer en Tierra del Fuego sin tener que salir de la isla”.

En otro párrafo sostuvo que “el semillero está, y hablar con el contexto económico es muy difícil, pero seguimos apostando, seguimos formando profesionales del aire nosotros acá en el club. La carrera está dolarizada, así que con esto te digo todo, con todas estas variaciones, pero desde el club, como te digo, somos una identidad sin fines de lucro. Hacemos todo simplemente al costo, lo que genera también ser competitivos y más baratos que escuelas privadas, para justamente fomentar y generar este producto que son pilotos. Faltan pilotos, van a faltar pilotos en la industria, y si no hacemos todos un esfuerzo, esto se va a notar en breve”.

Sobre las prácticas que deben hacer, el titular del Aero Club expresó que “hay que volar mínimo 40 horas, que se pueden hacer mínimo 3 meses o máximo en 2 años. Así que eso genera también una autofinanciación. Poder financiárselo a medida de que pase el tiempo, sin superar esos 2 años, para que esas horas no se caigan, no caduquen. Ahora tiene un precio que ronda los 80.000 pesos la hora de vuelo, depende del avión, pero sí ronda los 80.000”.

La parte teórica de piloto comercial son 5 meses igual, y hay maneras de hacerlo libre, “y después lo más engorroso es tomar esas 200 horas de vuelo mínimas que te pide la reglamentación para poder presentarte como piloto comercial, y después de ahí vienen otras licencias más. Es una carrera que si la podemos dividir demora lo mismo que cualquier carrera universitaria, dependiendo del recurso económico”.

“QUISE SER PILOTO DESDE CHICO”

Por su parte, el flamante piloto Valentín Carreño aseveró que “desde muy chico me interesa la aviación. Yo desde los siete u ocho años ya tenía más o menos claro que quería ser piloto, y a medida que fui creciendo fui informándome y buscando la posibilidad de ver cómo es hacer la carrera y demás. El Aero Club de Río Grande me brindó todas las oportunidades, cubrió mis expectativas, y para mí fue fascinante”.

“El próximo sueño que tengo es aspirar a la línea aérea o a la licencia comercial. Eso es lo que aspiro más que nada”, completó.

FUENTE: DEL LAGO NOTICIAS

Salir de la versión móvil
Ir a la barra de herramientas