El juez de Instrucción N° 1 del Distrito Judicial Norte, Daniel Césari Hernández, resolvió en las últimas horas, procesar a José Sebastián Cortes Toranzo en calidad de autor del delito de homicidio agravado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer, mediando violencia de género, en perjuicio de María Alejandra Accetti.
Como ya fuera informado, se trata de una mujer de 54 años de edad, oriunda de la provincia de Jujuy, que formaba parte del plantel médico del Centro de Atención de Tolhuin, en donde ejercía un cargo de médica clínica. Accetti convivía desde hace varios años con José Sebastián Cortez Toranzo, veinte años menor, en una vivienda muy precaria y con extrañas características de suciedad, habida cuenta su condición de profesional de la salud.
Fue justamente Cortez Toranzo quien dio aviso a la Comisaría de Tolhuin que al regresar supuestamente de un viaje realizado a la ciudad de Río Grande, había encontrado sin vida a María Alejandra, en la parte exterior de la casa y en un sector en donde la pareja mantenía hacinados a una gran cantidad de animales, en diminutas jaulas en las que no podían ni siquiera moverse sobre la materia fecal. Este es otro hecho que llama la atención de los investigadores, dado que al horror de la muerte de la mujer, con el correr de las horas se sumó el descubrimiento de quienes debieron trabajar en el lugar, de la crueldad con la que la pareja se manejaba en relación a los animales que criaban para consumo de su carne.
La particularidad de los rasgos de personalidad de Accetti y de Toranzo fueron reflejados por testigos que dieron cuenta de la mala relación que existía entre ambos, con incidentes frecuentes de violencia verbal y física. Ello quedó de manifiesto, entre otras conductas, en el caso del sujeto, quien no dudó en comunicarse telefónicamente con la madre de su pareja, en Jujuy, para relatarle llorando que acababa de encontrar sin vida a María Alejandra, boca abajo y según él, debido a un cuadro de hipotermia.
Los dichos del individuo alertaron a los uniformados de la Comisaría de Tolhuin, quienes en colaboración con efectivos de la División de Investigaciones Criminales de esa localidad y de la de Río Grande, rápidamente lograron darse cuenta de que el sujeto mentía.
La autopsia terminó por confirmar las sospechas: en al menos 40 puntos del cuerpo, la cabeza y la cara de la mujer se podían observar impactos de algún tipo de elemento contundente y romo, que resultaron fatales.
Si bien Sebastián Cortez Toranzo fue el mismo día del hallazgo del cadáver, privado de la libertad, ahora con el procesamiento por homicidio dispuesto por el juez Césari Hernández, seguirá en esa situación hasta la elevación a juicio.
El caso causó gran conmoción en la sociedad por la sangre fría del muchacho y por sus vanos intentos de eludir la sanción judicial, con versiones contradictorias e inconsistentes.
El juez además le trabó a Toranzo embargo por casi cuatro millones de pesos y ordenó que continúe preso en la Unidad de Detención Nro 1 de la ciudad de Río Grande.
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