Se trata de Sarah Govier, una ciudadana británica de 44 años, que contrajo coronavirus en el mes de mayo.
Tuvo coronavirus y ahora la comida le huele a “muerte y pis”.
Hace poco más de un año, el primer brote de coronavirus se originaba en la ciudad de Wuhan, en China. Con más de 70 millones de infectados en todo el mundo, en este momento, Europa atraviesa la segunda ola de contagios y una nueva cepa del virus.
En este contexto, una recuperada de la enfermedad habló acerca de cómo fue enfrentar al COVID-19 y de las secuelas que le dejó.
Se trata de Sarah Govier, una ciudadana británica de 44 años, que contrajo el virus en el mes de mayo. Si bien superó el coronavirus, la mujer contó que aún hoy la le sabe a “podrido”. Es que según relató ella perdió el olfato como casi todos los pacientes, pero una vez que regresó algo extraño comenzó a suceder.
Sarah empezó a sufrir de una distorsión de su sentido del olfato y del gusto. Para ella, todos los platos tienen un olor putrefacto.
“El café tenía un sabor horrible y lavarme los dientes con pasta de dientes era como cepillarlos con gasolina. Era realmente asqueroso”, expresó en diálogo en el sitio británico Mirror.
Y agregó: “El ajo y las cebollas olían fatal, ni siquiera podría describirlo y como están en casi todas las recetas o comidas, cocinar ha sido muy difícil. Por otro lado, he llegado a escupir el chocolate por su gusto horrible”.
Debido a esto, Sarah ha perdido bastante peso, pero no ha querido dejar solos a aquellos que también podría estar atravesando la misma situación. Por eso, creó un grupo de apoyo y de información en Facebook para que las personas compartan su experiencias.
Fuente Mitre.
