Una mujer estadounidense se dio cuenta que recibió un diagnóstico equivocado en mitad de un agotador tratamiento de quimioterapia para erradicar un supuesto cáncer terminal que no tenía.
Una mujer de 39 años fue diagnosticada con un cáncer terminal, realizó la quimioterapia correspondiente e incluso llegó a despedirse de su familia pero, semanas más tarde, descubrió que nunca había estado enferma.
Le dieron 15 meses de vida y se sometió a una fuerte quimioterapia
Lisa Monk es residente del Estado de Texas, en Estados Unidos y en 2022 tomó la decisión de visitar a un médico al sentir fuertes dolores en el estomágo. El diagnóstico inicial arrojó que tenía cálculos renales y un cuerpo extraño en el bazo.
Luego de que le extirparan el órgano en cuestión y lo mandaran a biopsiar, los médicos le dieron una noticia terrible: tenía un tipo de cáncer raro y terminal llamado angiosarcoma de células claras.
‘Era un tipo de cáncer de vaso sanguíneo que se encontró en el bazo y me dijo que lo más optimista que podía decir era darme 15 meses de vida”, recordó la mujer en diálogo con de The Daily Mail.
Shockeada por la impactante noticia, Monk comenzó un tratamiento de quimioterapia de inmediato para intentar alargar su vida y poder compartir más tiempo con su esposo y sus dos hijos.
Hizo quimioterapia y descubrió que no estaba enferma
En un chequeo posterior a la operación y en medio del fuerte tratamiento para eliminar las células cancerígenas, un médico le dijo que no estaba enferma. “Estaba confundida porque actuaban como si fuera algo malo. Simplemente pensé que significaba que la quimioterapia estaba funcionando”, relató.
Fue entonces cuando entendió que la clínica había traspapelado la biopsia del bazo, donde figuraba que el bulto sospechoso no era cancerígeno. ‘Me podrían haber dicho un mes antes y habría evitado la segunda ronda de quimioterapia si se hubieran molestado en leer su propio informe de patología”, se quejó.
En tal sentido, los especialistas que la atendieron determinaron que el órgano se estaba por romper y por eso tenía la masa. Se trataba solo de actividad de los vasos sanguíneos, que se encontraba libre de cáncer.
‘Financieramente todavía estamos pagando facturas médicas. El cáncer es caro y no pude conseguir que se desestimara ninguna de mis facturas. Sólo el trauma emocional también. Fue una época muy oscura”, se lamentó.
Por último, Lisa aseguró que llegó a escribir cartas de despedida y cartas a los nietos que “nunca conocería y a las bodas a las que nunca asistiría”.
