El exmandatario Mauricio Macri expresó su tristeza por el cese de operaciones de las aerolíneas low cost en el polémico aeropuerto de El Palomar, una decisión del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) y la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC)ANAC y ORSNA tomada porque esa base aérea no garantiza el cumplimiento de los protocolos de emergencia sanitaria en el marco de la pandemia de coronavirus.
Además de las medidas sanitarias, el ministro de Transporte, Mario Meoni, había reconocido en agosto que tenía «muchas objeciones respecto del funcionamiento del aeropuerto El Palomar».
No obstante, en su cuenta de Twitter Macri, reposteó un tuit de Guillermo Dietrich, en el que el ex ministro defendió su gestión en el ministerio de Trabajo.
«Qué tristeza que el aeropuerto El Palomar, el cuarto con mayor cantidad de pasajeros, haya sido cerrado por el gobierno. Miles de familias perderán sus empleos y muchas otras no podrán disfrutar del crecimiento que iba a traer».
El expresidente compartió las palabras de Dietrich ro y la acompañó con una sola frase: «Qué tristeza».
La línea JetSmart ya venía operando desde Ezeiza desde noviembre, pero Flybondi, que cuenta con un solo avión de más de 20 años, lo empezó a hacerlo este sábado.
El traslado de Flybondi a Ezeiza se dio tras meses de disputa con las autoridades aeronáuticas, el Ministerio de Transporte y la propia concesionaria Aeropuertos Argentina 2000, que habían adelantado la decisión de cerrar las operaciones desde El Palomar, emblema de la fracasada política de «cielos abiertos» del gobierno macrista.
El Palomar siempre operó para uso militar, pero el gobierno de Cambiemos había impulsado allí la instalación de aerolíneas low cost, lo que generó un foco de críticas, al considerarse que, por las facilidades que habían recibido estas líneas, se incentivaba una competencia desleal hacia Aerolíneas Argentinas.
Apenas inició sus operaciones, Flybondi -fundada luego de la política aérea instrumentada por el gobierno macrista- estuvo bajo la lupa de la Justicia por posibles irregularidades en la concesión de las rutas que se le habían otorgado, dados los vínculos de esa empresa con el vicejefe de Gabinete macrista Mario Quintana.
Guillermo Dietrich también escribió en Twitter: «No solo se pierden puestos de trabajo dentro del aeropuerto, sino que también se ven afectados los remiseros, los restaurantes del barrio y tantas otras actividades que crecían alrededor». Sin embargo, no puntualizó cuáles serían las actividades florecidas en esa zona con la llegada de las low cost.
Esas aerolíneas fueron siempre noticia por los problemas en la programación de vuelos, cancelaciones que no se lograban resolver, el cierre de la base aérea de El Palomar ante problemas meteorológicos y la derivación de vuelos a Ezeiza, los problemas operativos de los aviones que registraron peligrosas situaciones y en muchos casos debieron volver a base minutos después de despegar por serios problemas mecánicos, y aterrizajes de emergencia.
Pablo Biró, titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, había adverdido en 2018 que «hasta que no haya una catástrofe a esto no lo para nadie», en referencia al estado de los aviones y la falta de control al respecto.
También los vecinos de los partidos de Morón, Hurlingham y Tres de Febrero expresaron su preocupación y organizaron numerosas marchas pidiendo el cierre de El Palomar, ante el peligro que suponía que los aviones despegaran y aterrizaran tan cerca de centros urbanos densamente poblados, con naves que volando muy cerca de las viviendas, sobre todo en Hurlingham y El Palomar. Además, se cuestionaba el impacto ambiental y la contaminación sonora provocada por los aviones.
«Apoyamos la decisión del gobierno nacional de que las low cost Flybondi y Jetsmart sigan operando desde los verdaderos aeropuertos comerciales del AMBA, Ezeiza y Aeroparque. Ratificamos nuestra lucha contra el aeropuerto trucho e ilegal El Palomar», expresó el colectivo Stop FlyBondi, integrado por vecinos de la base aérea de El Palomar.
Fuente Mitre.