Sociedad

“Estoy durmiendo en la calle”

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Desgarrador pedido de ayuda de una vecina nacida en Ushuaia.

Roxana Beatriz López se comunicó con la redacción de Diario Prensa Libre para exponer la crítica situación en la que se encuentra y solicitar ayuda. La mujer, de 49 años de edad, perdió su mano derecha, está desempleada y dijo que apenas subsiste con un plan Redsol de 4 mil pesos. Aunque es dueña de una importante propiedad a una cuadra de la calle principal de Ushuaia, un conflicto con sus hermanos le impide usufructuar la herencia de su madre.

Roxana Beatriz López es integrante de una antigua y numerosa familia de la capital fueguina y aunque cuenta con una hija adulta, un hijo próximo a cumplir la mayoría de edad, un padre y dos hermanos, entre otros familiares, declara que actualmente está durmiendo en la calle: “Duermo a veces en el hospital o en algún vehículo”, consignó en diálogo con este medio.
A través de una carta, dirigida en el día de ayer a Diario Prensa Libre, expuso su situación:
“Soy Rosana Beatríz López, DNI 22.855.222, FUEGUINA, desempleada y con una discapacidad ya que me falta una mano y parte del antebrazo, y estoy actualmente en situación de calle. Comento que mi madre fallecida, doña Laura Ana Buiatti, poseía dos propiedades que fueron ocupadas por mis dos hermanos, Vilma López y Ángel Ojeda, quienes no me permiten el acceso para poder solucionar mi grave problema de situación de calle. Es por esto que pido ayuda a alguien que pueda interceder en mi favor para poder vivir dignamente en el techo materno que poseemos con mis hermanos. Pido por favor alguien de buena voluntad que pueda solucionar mi pedido, dado que estoy desesperada. Agradezco el tiempo brindado a leer estas líneas y quedo atenta en el teléfono que una amiga amablemente puso a mi disposición y que es el 2901 488066”.
Según refirió Rosana, ella y su hijo de 17 años venían siendo asistidos con alojamiento en un hotel por el área de Desarrollo Social desde febrero del corriente año, pero a raíz de inconvenientes del joven en el establecimiento, ambos debieron retirarse del lugar. En el día de ayer por la mañana, la vecina se hizo presente en el Palacio Judicial, en donde – manifestó – le explicaron que no podían prestarle asistencia porque ella ya cuenta con la representación legal de una abogada del foro local, a la que por su precaria situación económica no pudo pagarle, encontrándose en una suerte de callejón sin salida. “Ya no sé qué hacer ni qué puerta golpear. Así no puedo seguir” – finalizó diciendo desconsolada la mujer.


Diario Prensa