El fármaco fue registrado por el Instituto Butantan y cuenta con la participación de Vietnam y Tailandia como socios minoritarios.
Coronavirus: Brasil registró su primera vacuna y espera autorización para probarla en humanos
El avance del coronavirus en Brasil dejó en jaque el sistema sanitario de varios estados. Eso sumado a la propagación de nuevas cepas más contagiosas, convierten al gigante de Latinoamérica en un foco de preocupación para las autoridades mundiales.
En ese marco, el Instituto Butantan registró este viernes su primera vacuna de fabricación nacional, la Butanvac, y espera la autorización de las entidades reguladoras para comenzar de manera inmediata a ser probada en humanos, según anticipó el gobernador de San Pablo, Joao Doria.
“Es un anuncio histórico para el mundo. La vacuna 100% nacional, con pruebas prometedoras y fruto del trabajo de una institución de 120 años de existencia, que es el mayor productor de vacunas del Hemisferio Sur”, declaró Doria en una rueda de prensa en la sede del laboratorio estatal en San Pablo.
Por su parte, el director del Butantan, Dimas Covas, destacó que el desarrollo de la vacuna netamente brasileña es “una gran contribución y va a ser la diferencia en el curso de la epidemia y nos va a ayudar a combatirla en todo el mundo”.
Brasil avanza en su primera vacuna contra el coronavirus
El Instituto contó con la colaboración, como socios minoritarios, de Vietnam y Tailandia.
Actualmente, el Instituto Butantan envasa y desarrolla la producción de la vacuna Coronavac, del laboratorio chino Sinovac y que atiende el 90 % de la vacunación en Brasil. El otro 10 % restante es con el inmunizante de la farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca y la universidad británica de Oxford.
Además, con la autorización del ente regulador, el instituto realiza estudios clínicos en Brasil de cara a experimentar un suero elaborado a partir de un virus inactivado por radiación y aplicado a caballos, que produce anticuerpos IgG y cuya sangre fue extraída y purificada con una técnica utilizada también durante décadas.
Fuente Mitre.
