Sociedad

Anisakiasis: la enfermedad de los peces que se puede transmitir a los humanos

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El pescado representa una fuente nutritiva para nuestra dieta, pero hay algunas cuestiones sanitarias que debemos considerar antes de consumirlo.

Anisakiasis: la enfermedad de los peces que se puede transmitir a los humanos

El anisakis es un parásito que puede estar presente en cualquier tipo de pescado que consumimos habitualmente si lo hacemos crudo, poco cocinado o bien sometido a tratamientos como los platos marinados o ahumados.

Cuando el pescado con estas larvas presentes en sus músculos es consumido crudo o mal cocido puede producir esta enfermedad que se desarrolla con síntomas digestivos; aunque también puede causar alergia (shock anafiláctico) en algunas personas, incluso con la sola presencia de las larvas muertas.

Principales cuidados

Por tal motivo el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) enfatizó en los riesgos del consumo de pescado crudo, y en los recaudos que las personas deben tener en cuenta para que las larvas pueden inactivarse:

– Cocción a temperaturas mayores de 60°C durante al menos 15 minutos.

– Congelación rápida del producto luego de haber sido eviscerado (es decir, cuando se limpia y se extraen los órganos) a -20°C durante 48 a 72 horas o a -35°C por 15 horas.

– La cocción en horno microonda, a la plancha y/o fritos, en la porción más gruesa del producto, requiere de una temperatura mayor a 77°C durante 1 minuto.

Consejos para consumir pescado

Para cuidar la salud de quienes consumen pescado desde el Senasa punteamos algunas de las principales cuestiones para tener en cuenta a la hora de hacer las compras:

–  Aspecto de la piel: los colores deben ser vivos, tornasolados y sin decoloración. Es decir, no deben ser apagados y sin brillo.

– Aspecto de los ojos: deben estar sobresalientes, brillosos y con la pupila negra. No deben verse hundidos, grises o lechosos.

– Aspecto de la carne: debe ser firme, translúcida, muy elástica y de superficie lisa. Es decir, ni flácida, ni opaca, rugosa.

–  El pescado fresco no tiene el típico “olor a pescado”, dado que un producto con olor a amoníaco o invasivo ya ha iniciado su proceso de descomposición.

– Los pescados enteros deben estar rodeados por escamas de pescado.

– La mejor manera de conservar los pescados en la heladera es en envases cerrados que eviten la transmisión del olor al resto de los productos, y ubicarlo en los estantes más bajos disponibles.

Fuente Mitre.