La actual diputada nacional y gobernadora de Tierra del Fuego, mandato cumplido, evaluó la realidad provincial y disparó:
La ex mandataria sostuvo en relación a la gestión de su sucesor, Gustavo Melella, que “nunca pongo piedras en el camino a nadie” pero dijo que hay “cortes de luz, de agua, contaminación en la bahía, falta de clases por deficiencias edilicias, de insumos en los hospitales, de atención a las mujeres víctimas de violencia, la obra social quebrada, funcionarios condenados por narcotráfico y no hay transparencia en las licitaciones”.
Rosana Andrea Bertone ejerce su cargo como diputada nacional por Tierra del Fuego, por cuarta vez, desde el cual sigue de cerca la gestión del actual gobernador Gustavo Melella.
La segunda mujer que ejerció el cargo de titular del Ejecutivo fueguino en la provincia, consignó al respecto que “en un momento complicado en el país y en el mundo como es el que atravesamos, resulta muy importante dejar las diferencias de lado y trabajar por el bienestar del conjunto”.
La abogada nacida en Entre Ríos hace 50 años, subrayó su vocación institucionalista y pidió “respetar la investidura presidencial y la de todos los mandatarios electos por el pueblo”.
Acto seguido realizó una descripción de cómo percibe a la provincia que gobernó entre los años 2015 al 2019: “Veo que hay cortes de luz, de agua, contaminación en la bahía, falta de clases por deficiencias edilicias, de insumos en los hospitales, de atención a las mujeres víctimas de violencia, la obra social está quebrada, hay funcionarios condenados por narcotráfico y no hay transparencia en las licitaciones”.
Por último, la funcionaria, que también ejerció un mandato como senadora nacional, aseguró que “nunca pongo piedras en el camino a nadie y siempre defiendo todo lo que pueda solicitar el gobernador a nivel nacional si es en beneficio de Tierra del Fuego, pero me siento también en la obligación de decir las cosas que veo que funcionan mal y que me transmite la gente”.
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