RIO GRANDE

Queja de vecinos/ Chacra II: Una plaza convertida en vaciadero de basura

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Mientras algunos se preocupan por mantener limpios los patios internos, otros deciden tirar allí sus desperdicios, con el agravante de que se trata –en gran proporción- de residuos de alta toxicidad.

La convivencia, se sabe, se complica cuando algunos van en contra del deseo de la mayoría de compartir espacios sanos y limpios, si es posible con equipamiento para los niños y jóvenes, que necesitan disfrutar en espacios abiertos.

En Chacra II y Chacra IV, los patios internos vienen gozando últimamente de una intensa labor del gobierno municipal (y también del provincial) para terminar con el abandono que los ha caracterizado por muchos años.

Los vecinos de esos sectores ven con agrado cómo van mejorando los espacios comunes, pero al mismo tiempo se angustian de ver que algunos de sus pares se dedican a arruinar todo con su desidia y actitudes propias de inadaptados sociales.

Es lo que sucede con el espacio comprendido entre las calles Cambaceres, Illia, Anadón y Luisa Rosso y la plaza que allí se encuentra, denominada “Gaucho Argentino”. La mayoría de los residentes del sector llevan años preocupándose por mantener el espacio común en condiciones, pero denuncian con justificada indignación que algunos pocos han decidido convertir el predio en un verdadero basural.

Lejos de utilizar los cestos y contenedores disponibles en la zona, los desaprensivos de siempre han decidido dejar sus desperdicios en la plaza y sectores cercanos, con el agravante de que muchos de ellos son desechos orgánicos, tales como pañales descartables, con el alto grado de contaminación que conllevan.

“Alguien está arrojando desde la ventana de su departamento los pañales descartables  hacia el patio interno y muchos terminan en la plaza, donde juegan los niños”, denuncia un vecino que envió fotos y hasta videos al Whatsapp de la radio, el 02965 620892.

“Lejos de ser un espacio de entretenimiento saludable para nuestros hijos, se ha convertido en un foco infeccioso”, lamenta el vecino que refiere, además, de qué modo los perros se encargan de esparcir por todos lados esos desperdicios.

Lo curioso (y lamentable) es que esos vecinos comenzaron dejando carteles advirtiendo sobre el problema que generaban las deposiciones de esos mismos perros, cuyos dueños no se preocuparon por recogerlas. Hoy, el problema es mucho mayor y deploran que no saben qué hacer o a quién recurrir para impedir que estos inadaptados sigan con su accionar que atenta contra toda norma de convivencia.

Fuente: Radio Fueguina