RIO GRANDE

Profundo pesar en las filas policiales

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Por la pérdida de cuatro de sus integrantes.

El suboficial mayor retirado, Nélson Hipólito Beker; el suboficial auxiliar, Gabriel Germán López; el suboficial escribiente retirado, Gustavo Alberto Urquiza Boxler y el suboficial mayor, Prudencio Báez, todos de antigua trayectoria en Tierra del Fuego, fallecieron entre el 28 de mayo y el 14 de junio, causando un gran dolor entre sus camaradas.

Personal policial de la ciudad de Ushuaia y de Río Grande se comunicaron con la redacción de Diario Prensa Libre para realizar un sentido recordatorio a cuatro de sus camaradas, desaparecidos físicamente en los últimos días.
En uno de los casos, por tratarse de un efectivo que residía en la provincia, se lo despidió con una formación ante las instalaciones de la Comisaría 1era., de la ciudad de Río Grande, al son de sirenas y con los uniformados en posición de saludo. Al paso del coche fúnebre, con los restos de quien en vida fuera el suboficial mayor Prudencio Báez, hizo lo propio una larga caravana de vehículos que lo escoltaron hasta su eterno lugar de descanso, el cementerio municipal.

La fatídica racha que apena a la familia policial comenzó el viernes 28 de mayo cuando se conoció el deceso del suboficial mayor retirado de la Policía de Tierra del Fuego, Nélson Hipólito Beker. El policía territoriano, nacido en Las Breñas, se encontraba residiendo en su tierra natal, en Charata, otra localidad de la provincia del Chaco.

El día domingo 6 de junio último y en Ushuaia, a los 49 años de edad, fue el turno de despedir para siempre al suboficial auxiliar Gabriel Germán López, quien prestó servicios en la provincia y se encontraba residiendo en la provincia de Córdoba. Sus restos fueron inhumados en el cementerio de la localidad de Dean Funes.
El sábado 12 de junio falleció el suboficial escribiente retirado, Gustavo Alberto Urquiza Boxler, quien se encontraba domiciliado en Buenos Aires, quien prestó sus servicios en la época en la que Tierra del Fuego era Territorio nacional.


El lunes 14 de junio y en la ciudad de Río Grande dejó de existir el suboficial mayor de la Policía provincial, Prudencio Báez, causando un profundo dolor en sus camaradas. El efectivo, cariñosamente apodado “Camachín” fue despedido con honores frente a la Comisaría 1era y Cuartel de Bomberos, cuyos patrulleros y autobombas hicieron sonar sus sirenas en señal de duelo. Sus compañeros de tantas horas de labor lo saludaron, con el característico saludo de los dedos de la mano diestra en la sien, al pasar el coche fúnebre frente al edificio en el que prestó sus servicios.
Ellos escribieron del camarada en sus redes sociales: “QEPD. Te vamos a extrañar Camachín y amigo. Un abrazo enorme al cielo. Dios te tenga en su Santa Gloria. Fuerza Margot y a toda tu familia. Fuiste un ejemplo de servidor público y mejor persona. Que descanses en paz y gracias por siempre recibirnos donde estuvieras, con un afectuoso saludo. ¡Hasta siempre, zumbo!.


Diario Prensa