La planta de Barpla en Río Grande cerrará sus puertas definitivamente, dejando a los trabajadores en una situación crítica. Germán Resquin, delegado de los obreros, conversó en exclusiva con ((La 97)) Radio Fueguina sobre las consecuencias de esta decisión.
En un contexto económico que ya era complicado para la industria textil fueguina, la decisión de Barpla de cerrar definitivamente sus puertas ha caído como un balde de agua fría sobre los obreros de su planta en Río Grande.
La noticia, confirmada este miércoles, ha generado una reacción inmediata entre los trabajadores, quienes ven en esta situación un fracaso de un sector que ha luchado por su reactivación.
Germán Resquin, delegado de los trabajadores de Barpla, ofreció declaraciones en exclusiva para ((La 97)) Radio Fueguina, donde describió el cierre de la empresa como un “golpe grandísimo” para todos.
“Venimos peleando hace bastante tiempo, tratando de que esto se reactive, advirtiendo a las autoridades y sectores que deben solucionar este problema”, señaló Resquin.
La empresa comunicó que cumplirá con el acuerdo previamente establecido, que incluye el pago correspondiente por los días de suspensión que los trabajadores han estado soportando. Sin embargo, el anuncio del cierre hace que esta situación se vuelva aún más compleja.
“La suspensión de los 30 días ya no caerá este mes y directamente de ahí ya nos desvinculan de la empresa”, informó el delegado, quien añadió que se están realizando gestiones para asegurar que se respete el acuerdo y que cada trabajador reciba lo que le corresponde.
Resquin también mencionó que en asamblea se discutió cómo proceder ante esta situación, y que todos los trabajadores están asesorándose legalmente para asegurarse de que sus derechos sean protegidos. “Queremos que se pague como corresponde. Lo que hemos acordado es que el pago por las suspensiones será del 75% del salario, tal como lo marca la ley”, indicó.
La problemática no es nueva. Según Resquin, Barpla ha enfrentado intimaciones ante el Estado nacional. Este contexto complicó la situación de la empresa, que se había visto excluida de beneficios dentro del decreto de extensión de la Ley 19640, lo que podría haber facilitado su continuidad.
“Es una picardía porque nos dejan fuera de la 19640, mientras los empresarios son los que no quieren ajustarse a las condiciones necesarias para seguir operando”, lamentó el representante de los trabajadores.
“Esto no es un problema solo de Barpla. Aquí hay una cuestión más amplia: el modelo empresarial actual y la falta de respuesta del Estado nos dejan sin opciones”, recalcó Resquin.
FUENTE: RADIO FUEGUINA