El puente había comenzado a derrumbarse el 13 de diciembre de 2010 y el 5 de agosto de 2011 terminó de caer.
Hacía tiempo que se advertía el mal estado de conservación de la estructura del puente colgante sobre el río Grande, que databa del año 1922. El fuerte viento y las mareas altas que trajeron bloques de hielo por el río fue la mezcla ideal para que terminara de colapsar el histórico puente colgante de sobre el río Grande. Caía así un verdadero ícono de la ciudad.
Se habían levantado voces de advertencia pero nadie las escuchó. Nadie sabía decir siquiera quién era el responsable del mantenimiento de la monumental obra de ingeniería.
La naturaleza hizo lo suyo, un río crecido y embravecido dañó primero y derrumbó después casi la totalidad del armazón. El viejo puente parecía un gigante herido, hasta que los tensores cedieron y lo que quedaba de la estructura.
Final y después, la desidia
El final del puente se había comenzado a escribir el 13 de diciembre del 2010 cuando se rompieron varios tensores del puente, también producto de fuertes vientos.
Desde esa fecha fueron muchos los funcionarios que hablaron de su restauración pero hasta el día de hoy nada se hizo.
Ni siquiera se sabe con certeza si se han conservado los restos, por las dudas de que algún día llegue alguien con la capacidad y la decisión necesarias para intentar la reconstrucción del histórico monumento.
Fuente: Radio Fueguina