La propuesta establece contar con un porcentaje de vehículos del servicio público de taxis “adaptados para transportar a personas con discapacidad o movilidad reducida”.
El proyecto impulsado por el concejal Juan Carlos Pino, tuvo sus modificaciones, luego de ser analizado por Debate Ciudadano, y por el Consejo Municipal de Discapacidad. Ahora, esperan que sea aprobado en la próxima sesión.
El proyecto contempla la eximición del licenciatario de cada unidad adaptada del impuesto automotor, y a su vez financie o gestione ante entidades financieras, créditos blandos para realizar la inversión propuesta. Además, los vehículos deberán estar identificados con el símbolo internacional de accesibilidad.
En la caso de los chóferes, deberán acreditar capacitación para el manejo de situaciones de traslado de personas con motricidad reducida, ya que la buena voluntad para colaborar con el ascenso y descenso de la persona al automóvil es una condición.
“No necesariamente hay que tener una discapacidad para pedir un vehículo, una persona con dificultades motrices lo necesita”, dijo el concejal Silvio Bocchicchio, por Fm Aire libre.
Según Bocchicchio, las unidades del sistema de transporte público que circulan por la ciudad “no están adaptadas para las personas con discapacidad y tampoco se hizo un trabajo en las paradas, lo mismo pasa con los taxis. Entonces empezamos a trabajar con el sector”.
“Es una especie de furgón que por el portón trasero se ingresa la silla de ruedas. También tienen un cambio de un asiento delantero por uno que gira sobre su eje, se estira y queda accesible para sentarse”, explicó el concejal.
Si bien este tipo de vehículo no se fabrica en Argentina, desde el concejo deliberante verán si el municipio está en condiciones de invertir en los mismos. “La otra posibilidad para el municipio es que gestione créditos blandos para la compra de estos servicios. Veremos cuál es técnicamente la mejor salida”, afirmó Bocchicchio.