El inicio de clases en Tierra del Fuego ha dejado en evidencia lo peor de la dirigencia política del Gobierno de la Provincia y la más nefasta irresponsabilidad a la hora de asumir un cargo público. Pasada una semana del presunto inicio de clases presenciales (que en principio era el 01 de marzo) anunciado desde los ministerios de Educación y Obras Públicas dependientes directamente de Gustavo Melella, la situación es por demás caótica y mantiene implicados a todos los sectores de la dirigencia.
Como nunca antes en la historia, una administración provincial demuestra que no tiene planes para absolutamente nada y que, cuando parece que las situaciones no podrían empeorar, hacen casi un esfuerzo para torcer el horizonte y generar un caos en situaciones que otros distritos han solucionado casi a la perfección.
En estas últimas horas ha quedado por demás en evidencia que no hubo una previsión en el mantenimiento de los establecimientos educativos en el medio de una de las pandemias más terribles de la historia y que, una vez que la misma dio un poco de respiro a los gobiernos en la administración de esa cuarentena a la que obligó el virus, tampoco hubo una rápida acción por parte de Gustavo Melella ni de los funcionarios que tiene a cargo.
Refacciones tardías, declaraciones de ministros fuera de término y con frases falaces totalmente alejadas a la realidad son una porción de la realidad que atraviesa a los fueguinos y que, ahora, expone a funcionarios de Melella contra sus propios dichos.
Este domingo, justamente, se vivieron momentos de tensión en la ciudad de Río Grande cuando el gremio de ATE se manifestó hoy fuera del Jardín Nº 12 exigiendo al gobierno que revea su decisión de trasladar a personal de limpieza a otras escuelas y contratar a una empresa privada para suplir sus tareas.
El secretario personal de ATE, Felipe Concha, se hizo presente en las instalaciones y comentó que “los funcionarios del Gobierno no pueden hacer esto de ninguna manera; esto tienen que hablarlo con los trabajadores”.
La contratación de estas cooperadoras de trabajo o empresas privadas para realizar refacciones o tareas de limpieza que podrían estar haciendo trabajadores del Estado pone más sombras en la administración del ministerio de Educación y el de Obras Públicas sobre la forma en la que se articulan las tareas para dar el tan ansiado comienzo de las clases presenciales.
Ni en la peor de las pandemias se hubiera imaginado un manejo tan liviano de una situación tan delicada como el estado de los colegios públicos y la educación de los fueguinos.
Mientras tanto, el gobernador Gustavo Melella habla de reformas de la Constitución Provincial que, según él mismo declaró en diálogo con la prensa, ya lo habló con los legisladores del FORJA. Sin saber mucho de la reforma ni adelantar de qué se trataría, parece ser que el Mandatario fueguino tiene prioridades distintas a la de la ciudadanía.
Una vez más, en poco más de un año a cargo del Gobierno Provincial, Melella y sus fieles siguen demostrando que los cargos quedan grandes y que la improvisación continúa a la orden del día como política de Estado.
Fuente TDF al Día.