Se dispuso el protocolo sanitario preventivo.
Se trata del “Crystal Endeavor” uno de los cruceros con habilitación antártica que visitan el continente blanco. Al tomar conocimiento de la presencia de un tripulante infectado por el virus las autoridades trasandinas le negaron el amarre y la asistencia médica requerida.
Pasadas las 15 horas de este miércoles, amarró en el muelle capitalino el crucero antártico Crystal Endeavor. Previamente la nave fue rechazada por autoridades chilenas al tomar las mismas conocimiento de un caso positivo de COVID entre las 213 personas a bordo.
Las autoridades de Tierra del Fuego decidieron rápidamente brindar asistencia a la nave y a sus tripulantes. Desde Prefectura Naval informaron que la totalidad del personal embarcado corresponde a la categoría “Tripulación” ya que los pasajeros debían subir en Punta Arenas y luego en la propia ciudad de Ushuaia.
En diálogo con la prensa, Roberto Murcia máxima autoridad portuaria local, confirmó que el crucero Crystal Endeavor llegó hoy al puerto de Ushuaia por primera vez para comenzar su itinerario hacia la Antártida. No obstante, “se había tomado conocimiento por parte de las autoridades sanitarias, portuarias y provinciales respecto de un caso positivo COVID 19 confirmado en viaje desde Panamá hacia nuestras latitudes. Ante esto se activaron todos los protocolos vigentes y al arribo del barco, subió personal de la Clínica San Jorge, que está contratada por la agencia marítima, para realizar los hisopados a los 213 personas a bordo”, explicó.
Además, Murcia detalló que “del operativo que activó el protocolo participaron el Ministerio de Salud de la provincia, la DPP, Sanidad de Fronteras la Prefectura Naval, el doctor Roberto Avellaneda y personal laboratorista de la Clínica San Jorge”.
“Todas las medidas sanitarias adoptadas aseguran la protección absoluta tanto de los tripulantes del buque crucero como así también de la población local. Pero no es una opción negar asistencia médica a una embarcación que solicita ayuda en nuestra ciudad”, sostienen en la capital más austral del país.
Otras fuentes portuarias de la Isla confirmaron que el crucero se había dirigido previamente a Punta Arenas (Chile) al ser este el primer puerto de su travesía por el Atlántico Sur. Al iniciar su aproximación hacía esa localidad, el capitán de la nave informó la novedad a las autoridades sanitarias locales las que en forma inmediata respondieron prohibiendo el amarre como así también negándosele a la nave la posibilidad de cargar combustible y agua.
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