Tras la polémica por el contrato que firmó con la Municipalidad de Ushuaia, la actriz Thelma Fardin atribuyó la embestida de los medios «al posicionamiento que tomé en la defensa de los derechos» de la mujer. Y remarcó: «Claramente jode que traté de cambiar el orden establecido».
Tras la polémica por el contrato que firmó con la Municipalidad de Ushuaia, la actriz Thelma Fardin atribuyó la embestida de los medios «al posicionamiento que tomé en la defensa de los derechos».
Fardin fue contratada para asesorar, dar capacitaciones y cursos contra la violencia de género, así como servir de «nexo con el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades de la Nación».
En declaraciones a Radio del Plata, la actriz se refirió a las críticas y aseguró que «estas embestidas públicas que recibo creo que tienen que ver con cobrarme el posicionamiento que tomé en la defensa de los derechos», señalando que «este momento de cuarentena me obligó a repensar lo laboral y evidentemente los actores vamos a ser de los últimos en trabajar en ese plano».
«También tomé la decisión de aceptar invitaciones que venían hace mucho tiempo sobre la capacidad de entendimiento de una temática que no tuvo que ver con la vocación sino con la realidad de vida, de lo que me tocó vivir», explicó Thelma, quien en 2018 denunció al actor Juan Darthés por violación, en un episodio que sucedió en Nicaragua cuando ambos trabajaban en «Patito feo» y ella era menor de edad.
Y agregó: «Venimos haciendo un trabajo y de ver mis presentaciones surgieron muchas propuestas para trabajar desde la formalidad y no desde la militancia, ni desde mi activismo. En esta oportunidad y frente a la necesidad de sostener económicamente mi causa, porque hay un error en el imaginario colectivo de que las víctimas, combinado con que trabajo de actriz, hay como una idea errónea de que somos unas potentadas y la verdad es que hay que laburar para mantener los fondos para llevar adelante una causa judicial y más en mi caso que es en tres países distintos».
Por último, enfatizó: «Eso es para mí lo primero que cada vez que pasan esas cosas trato de volver a ese punto de que ya hizo un bien a muchas personas y que fue muchísimo más de lo que yo me hubiera podido imaginar. Claramente tiene que ver con eso que la verdad es que tergiversa la cifra, el trabajo que voy a realizar, mi capacidad laboral, se subestima, se pone en un lugar donde tenemos la sociedad golpeadísima por este contexto y entonces se demoniza algo. Por como lo plantean lo ponen en un territorio de que yo no tengo la capacidad y estoy cobrando un dinero sin hacer nada. La verdad es que ese sentido tengo mi sentido sobre el trabajo, mi militancia y mi conocimiento. Se instala en el discurso público algo contradictorio y con alevosía. Claramente jode que traté de cambiar el orden establecido».
Fuente: Critica Sur