Con la rapidez y eficiencia que caracteriza a las gestiones nacionales, provinciales y municipales en Argentina, después de mas de un año que se decreto la cuarentena original y que se suspendieran las clases presenciales.
En Tierra del Fuego se tomaron catorce meses para instalar en el ingreso a las escuelas tótem para medir la temperatura de los alumnos que asisten a clases presenciales. Una muestra mas de la eficiencia de los miles de funcionarios que solo sirven para comentar en las redes sociales y cobrar sueldos millonarios cada año.
El anuncio sobre la instalación de los tótem lo anuncio casi como una proeza el secretario de Educación de Tierra del Fuego, Pablo López Silva, quien manifestó que serán instalados en los establecimientos educativos de todos los niveles y modalidades de la provincia. En Ushuaia se ha comenzado con la entrega en las escuelas de nivel inicial y en Río Grande en los de nivel secundario.
El equipamiento instalado en las escuelas tiene incorporado un termómetro infrarrojo automático capaz de medir la temperatura corporal a una distancia de 10 centímetros, el cual alerta si una persona excede los 36,8º de temperatura, conteniendo, además, un dispensador de alcohol en gel.