Secretario de Finanzas del Municipio de Río Grande, Diego López.
El funcionario remarcó que el impuesto en disputa entre el Gobierno provincial y los municipios fueguinos “representa un 40% de los recursos que se aplican en política sanitaria y de asistencia social y un significativo porcentaje del financiamiento de obras”.
El secretario de Finanzas, Diego López, se refirió a las consecuencias que podría tener para el Municipio de Río Grande, el cese de la percepción del Impuesto Inmobiliario. Recientemente, y tras distintas instancias judiciales del Superior Tribunal de Justicia y de la Corte Suprema, se determinó que dicho tributo pase a ser percibido por el Gobierno provincial, medida fuertemente cuestionada por las tres municipalidades fueguinas.
En este marco, el secretario de Finanzas del Municipio de Río Grande, Diego López, sostuvo que «el Impuesto Inmobiliario históricamente forma parte de la estructura de recursos del Municipio. Son 1.000 millones de pesos que hoy son la fuente de las principales prestaciones que brinda el Estado Municipal a los riograndenses. Esto significa casi un 40% de la política sanitaria y de asistencia social, además de un significativo porcentaje del financiamiento del Plan de Obras”.
López advirtió que esta situación avecina mayores complejidades dado que, en el contexto socioeconómico que vive el país “esto redunda en una menor percepción de recursos”.
Finalmente, el secretario de Finanzas cifró su esperanza en el mensaje del gobernador Gustavo Melella, quien aseguró recientemente que “los municipios no perderán recursos”. En tal sentido López confió en arribar a posibles soluciones al perjuicio fiscal que derivaría de la suspensión del cobro del Impuesto Inmobiliario: “Aguardamos la convocatoria de esta semana para plantear formalmente nuestra posición de defensa de los vecinos riograndenses”.
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