Con el propósito de “defender el valor de la vida por nacer y exigir la derogación de la ley de aborto”.
Distintas organizaciones privadas y representantes públicos, se reunieron “para ser la voz de los más indefensos y expresar nuestro clamor por las dos vidas” – indicaron, muchos de ellos identificados con lazos celestes, a modo de símbolo que los identificatorio.
Con motivo del Día del Niño por Nacer, que se celebra cada 25 de marzo, las ciudades de Ushuaia y Río Grande fueron escenario, el sábado 23 de marzo último, de la novena edición de la Marcha por la Vida a nivel nacional y sexta en Río Grande. Esta última contó en esta oportunidad con la participación de la legisladora Natalia Belén Gracianía Flores y el diputado Jorge Santiago Pauli, ambos del espacio político Republicanos Unidos. La actividad fue organizada por la Mesa Pro Vida Río Grande, conformada por la Fundación Formar, la Fundación Dar Conín, Guadas Vida RG, Acción Católica, Consejo de Pastores Río Grande, Abogados por la Vida y otras organizaciones provida de la provincia.
La legisladora Gracianía sostuvo en la ocasión: «Para nosotros es muy importante estar participando hoy desde un nuevo rol, sin dejar de formar parte de los ciudadanos que defienden la vida y de quienes entendemos que los más vulnerables son los que deben ser defendidos».
La parlamentaria además anunció que junto a su par de bancada, Agustín Cotto, impulsaría un proyecto en la Cámara Legislativa para otorgarle a la Marcha por la Vida, carácter de interés provincial.
De la marcha participaron también Médicos por la Vida, profesionales de la salud de la Mesa Provida, y las oradoras fueron Macarena Ruiz Planté – de la Fundación DAR -; Mónica Carande, de Guadas Vida y Bárbara Verón, participante de la Marcha por la Vida en Río Grande.
Cabe destacarse que la fecha agrupa a organismos y personas físicas tras el objetivo común de “defender el valor de la vida por nacer y exigir la derogación de la Ley 27.610 de aborto, sancionada en nuestro país en el mes de diciembre de 2020. La normativa establece que la interrupción voluntaria del embarazo es un “derecho” para niñas, mujeres y todas las personas con capacidad de gestar, hasta las 14 semanas de desarrollo. “Queremos ser la voz de los más indefensos y clamar por las dos vidas” – consignaron, en referencia a los niños por nacer y al derecho de las madres y de sus hijos en gestación.
F:DP