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Recuperaron la libertad tres de los cuatro imputados por narcotráfico

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El procedimiento incluyó una cinematográfica persecución y la participación de “una mula”.

Después de permanecer algunas horas detenidos en carácter de incomunicados, fueron excarcelados ayer Constanza “Cony” Castillo, otra mujer y un hombre de apellido Auzky. Matías Eduardo Roldán, en tanto, continúa preso.

Recuperaron la libertad en el día de ayer, martes 10 de agosto, tres de los cuatro sujetos que entre la noche del jueves 5 y la madrugada del viernes 6 de agosto, fueron detenidos en Ushuaia en el marco de una causa por transporte y comercialización de estupefacientes y portación de un arma de guerra, entre otros cargos.
Matías Eduardo Roldán y María Constanza Castillo, apodada “Cony”, habían sido aprehendidos por efectivos de la División Delitos Federales y Narcocriminalidad, en el marco de una investigación impulsada por la fiscalía Federal de Ushuaia. Otro hombre del que solo trascendió que se apellida Auzky y una mujer, cuya identidad no se revela debido a que en principio sería considerada “mula” y por ende, víctima, también fueron detenidos en medio de un gran operativo que incluyó una cinematográfica persecución policial, en la que corrió riesgo la integridad de algunos efectivos apostados en el control de ingreso a la ciudad.
Luego de la intervención de sus abogados, quienes tramitaron la excarcelación, sin perjuicio de la prosecución de la causa en la que figuran como imputados, los tres sujetos fueron notificados de que deberán cumplir estrictas pautas de conducta y comparecer ante la Justicia Federal, cuando sean citados.
Cocaína, marihuana, más de un cuarto de millón de pesos y un arma de guerra sin declarar…
El 5 de agosto último, integrantes de la División Delitos Federales y Narcocriminalidad registraron el ingreso a Ushuaia, nuevamente, de una mujer que cuenta con antecedentes y se domicilia regularmente en un asentamiento poblacional de Buenos Aires. Al parecer, su misión fue la de ingresar estupefacientes a la isla y entregárselos a los actores locales de una organización que operaba conjuntamente con “proveedores” bonaerenses.
Las tareas de seguimiento llevaron a la Policía al sector conocido como “el santuario”, a pocos kilómetros del ingreso a Ushuaia, en donde se emplazan numerosas criptas con figuras religiosas y de creencias populares. Allí, a bordo de un Fiat Punto, dos hombres realizaban algún tipo de actividad ilegal (presuntamente la venta de droga). Al irrumpir en el lugar el vehículo policial, los sujetos intentaron realizar una arriesgada maniobra en la que perdieron uno de los espejos externos del vehículo, logrando volver a la cinta asfáltica de la Ruta Nacional Nro 3 para huir en dirección a la ciudad, a elevada velocidad. Al pasar por el puesto de control y ante la existencia de conos, continuaron su alocada marcha por la banquina, en donde los efectivos policiales apostados estuvieron a punto de ser atropellados. De modo temerario, el vehículo continuó su derrotero por Perito Moreno hasta que logró ser interceptado en inmediaciones del puente del arroyo Grande. Antes, Roldán y Auzky habían arrojado desde el interior, sus teléfonos celulares.
Requisado el automotor se encontraron en el baúl y en el interior de una mochila, la suma de $260.000.- en billetes de distinta nominación; envoltorios de cocaína, con un pesaje total de 152,9 g, semillas de marihuana, una pistola calibre 9 mm con seis cartuchos y otros elementos comprometedores.
Los efectivos de la División siguieron entonces sus tareas en una vivienda sita en la calle Aldo Motter al 2600, en donde se encontraba Constanza “Cony” Castillo, pareja de Roldán, con “la mula”, aguardando el regreso de los dos sujetos. En ese domicilio se procedió al secuestro también de diversos envoltorios de cocaína con un pesaje total aproximado de 194g, una balanza de precisión, cannavis en distintos estadíos y documentación de interés.
El Juzgado Federal ordenó la detención en carácter de incomunicados de los cuatro involucrados, el secuestro de la totalidad de los elementos descriptos y del rodado Fiat Punto.
Si bien en principio la totalidad de los partícipes del hecho están imputados del delito de transporte de estupefacientes con fines de comercialización y tenencia de arma de guerra sin autorización, la “mula” podría ser considerada víctima de sometimiento forzoso a la actividad delictiva, dada su vulnerabilidad social y económica.
De ser hallados culpables del delito que se les imputa, podrían recibir una condena que oscila entre los 4 a los 15 años de cárcel, además de la pena por portar un arma de guerra.


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