Provinciales

Murió Felix Polo, uno de los íconos de la Semana Santa Negra fueguina de 1995

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Se trata del ex policía al que se lo consideró autor del disparo que derribó en Ushuaia, al obrero de la construcción Víctor Choque, calificado como el primer muerto en democracia en nuestro país. Aunque fue condenado por la Justicia, en la sociedad quedaron muchas dudas acerca de si la bala salió del cañón de su arma reglamentaria, o no.

El viernes último, alrededor de las 22, falleció Felix Polo, en momentos en que estaba dedicado a su actividad habitual como profesor de actividad física. El fue uno de los protagonistas de lo que se conoce en la historia de Tierra del Fuego como la Semana Santa Negra fueguina de 1995.
A los 62 años de edad, Polo se encontraba en el gimnasio de la escuela Nro 34 “Yak Haruin”, sita en calle 12 de Octubre 371, en donde cayó fulminado al piso, víctima de un ataque cardíaco, sin que nada se pudiera hacer por él.
Polo era en el año 1995 un suboficial de policía a quien la Justicia consideró responsable de haberle causado la muerte a Víctor Choque, por un disparo de su arma reglamentaria durante un enfrentamiento de empleados fabriles con efectivos, en la esquina en donde se emplaza la Jefatura de la institución, en Lasserre y Deloqui. El se encontraba allí junto a muchos otros de sus camaradas, pero luego de un proceso investigativo se concluyó en que desde el cañón de su arma salió disparada la bala que fortuitamente mató al obrero de la construcción Victor Choque, quien se encontraba parado observando lo que ocurría, en lo alto, en calle Magallanes. El proyectil describió unos 300 metros, impactando en Choque, siendo asistido por un columnista de Diario Prensa Libre, que se encontraba también observando los acontecimientos que se estaban produciendo tres cuadras abajo.
Corría abril de 1995 y era José Arturo Estabillo el gobernador que transcurría su primer periodo de gestión y quien no pudo estar a la altura de las circunstancias, quedando para siempre en la historia como responsable político de uno de los hechos más violentos de enfrentamiento policial con los trabajadores de la fábrica Continental Fueguina, primero y luego con los ciudadanos en general. En una ironía vernácula, José “Pepe” Estabillo fue elegido posteriormente por esa misma ciudadanía, para que continuara por un segundo período al frente de la gestión de la provincia flamante que había recibido, en 1991.
Aunque la Justicia condenó a Polo a 9 años de cárcel, que cumplió resignadamente, en la sociedad quedaron muchas dudas acerca de si fue realmente de su arma desde donde partió la bala que mató a Victor Choque. “Fue un chivo expiatorio” suele escucharse por lo bajo en boca de quienes todavía tienen frescos aquellos dolorosos sucesos.
Polo cumplió su condena y luego continuó residiendo en Ushuaia, adonde logró destacarse con honores en la actividad deportiva. Precisamente era presidente de la Asociación Atlética del Fin del Mundo, contando en su haber con medallas y galardones por su excelente actuación en el atletismo.
El ex suboficial exonerado fue un ícono de la Semana Santa Negra de 1995 y su nombre quedó inscripto en los renglones más tristes de la historia ciudadana y sindical. Y también se vio involucrado en un relato que lo responsabilizó quizás por demás de las culpas de quienes realmente ejercían el poder en la época y que se diluyeron en el tiempo, en pases a Buenos Aires, en inusuales becas de estudios a algunos oficiales de la Policía, en silencios incómodos y en el otorgamiento de puestos laborales a familiares de víctimas y victimarios, como moneda de consuelo.
Sus restos mortales fueron despedidos el sábado último y luego depositados para su eterno descanso en el Cementerio Parque del Mar.
Las dudas permanecerán, ahora, para siempre.


Diario Prensa