Provinciales

Indignación por maltrato hacia una abuela fueguina por empleado de un banco

Comparte:

El episodio lo repudiaron a través de las redes sociales familiares de la jubilada, donde relataron el destrato que sufrió al ir a cobrar sus haberes a la sucursal del Banco Nación. «Una hora sentada ¿para qué meten a laburar gente que ni siquiera sabe hablar o dirigirse a las personas?», protestaron.


No es novedad que para los abuelos que van a cobrar su jubilación al banco dicho trámite suele tornarse en una verdadera odisea. A esto hay que sumarle el (des) trato que reciben con frecuencia los abuelos al apersonarse en las distintas entidades, de parte del personal bancario.

Un nuevo suceso de este estilo trascendió en las últimas horas en la ciudad de Ushuaia, cuando una señora que sufrió un ACV tiempo atrás fue al Banco Nación para cobrar su sueldo, y la atención recibida de un cajerono habría sido de la mejor. Así lo aseguró una de las hijas de la damnificada por las redes sociales, sumamente ofuscada.

«La verdad estoy re podrida, mi hermana lleva a mi mamá al banco para que cobre su jubilación y siempre las atiende el mismo pelot… de la caja 8, que denigra, maltrata y es un pedante. Es una mujer adulta que sufrió un ACV y tiene dificultad en el habla y para caminar», contó Lula a través de un posteo público en Facebook, que levantó una ola de comentarios de indignación de la gente.

Con mucha bronca por lo ocurrido, la joven contó que todos los meses la acompañan a su mamá a esta sucursal céntrica a cobrar su sueldo, y afirmó que lo acontecido horas atrásno es nuevo, con el mismo empleado siempre como protagonista.

«Este imbécil cada vez que voy mé dice «saca turno». Yo me pregunto por qué mierda meten a laburar a gente que ni siquiera sabe hablar ni dirigirse a las personas. Así tratan a los jubilados, no solo a mi mamá, sino a todos«, protestó muy enojada.

Pero la hija de la jubilada maltratada no se quedó ahí y, tras afirmar que a su mamá la mantuvieron sentada una hora, esta circunstancia se repite con los demás abuelos que van por lo mismo.

«Después la gente se sorprende de por qué uno reacciona mal y rompe todo. Esto te genera impotencia», concluyó furiosa por lo que tuvo que vivir su madre, nuevamente trasl ir al banco a cobrar.