Infracciones de tránsito.
«Sorprenden los horarios y las edades de las personas alcoholizadas que conducen en la ciudad», dijo la Jueza de Faltas. En este sentido, explicó cuáles son las faltas más recurrentes en Ushuaia y manifestó «hay un alto grado de conductores con alcoholemia positiva, que es parte del grupo de faltas graves, como también conducir con el celular y pasar el semáforo en rojo».
La Jueza de Faltas de la ciudad de Ushuaia, Silvina Oyarzún, dialogó con la prensa y evaluó «hay que hacer un trabajo intenso sobre la alcoholemia cero, porque sorprenden los horarios y las edades de las personas alcoholizadas que conducen en la ciudad».
En este sentido, explicó cuáles son las faltas más recurrentes en Ushuaia y manifestó «hay un alto grado de conductores con alcoholemia positiva, que es parte del grupo de faltas graves, como también conducir con el celular y pasar el semáforo en rojo».
«También una de las faltas que más se cometen, es la falta de revisión técnica obligatoria y la renovación de licencias. Los turnos se están dando sin problemas, así que no hay excusas para hacer los trámites», remarcó.
Con respecto al valor de las multas, expresó «pueden llegar a los 280 mil pesos en pago voluntario. Por lo general, las infracciones que más se sacan son las más caras y si son reincidentes en rebeldía, se incrementa el valor mucho más».
En cuanto a la incorporación de tecnologías, apuntó «mientras que tengan todos los requisitos que la ordenanza establece, van a hacer eficientes. Durante la pandemia se utilizó el mail para que los particulares hagan las denuncias y se les otorgó un ticket para hacer el seguimiento del trámite».
«De igual manera se les pide a los denunciantes que sean precisos con la información, como si fuera un acta formal. Se necesita la foto, la hora, la fecha, el lugar y el tipo de falta para que la denuncia no sea desestimada», informó la Jueza de Faltas.
Por último, se refirió a la situación de los comercios y sostuvo que «durante este año hubo muchos problemas con los dueños de los locales y los inquilinos, lo que genera un retardo en la habilitación. Además de que en la pandemia tuvieron que cerrar muchos locales y no se dieron de baja en las lista de habilitaciones, pero en el tema de seguridad y alimentos se pudieron regularizar».
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