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El plan de China para construir una base naval en Tierra del Fuego con una obsesión oculta: la Antártida

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El gobernador Gustavo Melella abre las puertas para que empresas del régimen participen en obras estratégicas. En 2010 se firmó un acuerdo para la construcción de un polo petroquímico y un puerto. Infobae recorrió el lugar que fue abandonado por los contratistas

El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, abrió las puertas para que el régimen chino, a cargo de Xi Jinping, construya en Río Grande un puerto, que podría transformarse en una base militar naval con proyección a la Antártida, lo que representaría una injerencia a los intereses soberanos de la Argentina. La relación de Melella con bancos y empresas de capitales asiáticos es pública: le ordenó al Fiscal de Estado que “suspenda los plazos procesales” de una causa judicial por el incumplimiento de una compañía de capitales chinos para la construcción de un polo petroquímico y un puerto que terminó en escándalo. La injerencia del poder político en ese expediente judicial -en el que están en juego más de USD 300 millones- fue a pedido del embajador de la República Popular China en nuestro país, Zou Xiaoli. Detrás de la exigencia hubo una promesa de inversiones millonarias de ese país en Tierra del Fuego.

La administración fueguina cumplió con diligencia con el requerimiento y los anuncios de inversiones chinas en la provincia más austral de planeta se hicieron con bombos y platillos.

Sin ir más lejos, el 19 de septiembre, a través de sus redes sociales, Melella dijo: “Tenemos varios desafíos y oportunidades de crecimiento gracias a nuestro posicionamiento estratégico”, en referencia a la ubicación geográfica de la provincia. Y agregó: “Somos la puerta de entrada a la Antártida, y el potencial de nuestros recursos naturales, debe ser acompañado con grandes obras de infraestructura, y ese es nuestro punto de encuentro”. La declaración fue acompañada con la foto de la delegación china encabezada por el representante legal de Powerchina en Argentina, Tu Shuipin y la aclaración: “Seguimos afianzando los lazos de cooperación para el desarrollo de proyectos energéticos en Tierra del Fuego”.

La aclaración del gobernador del Frente de Todos (“somos la puerta de entrada a la Antártida”) fue interpretada como un acuerdo en ciernes para la participación en la construcción de un puerto que podría ser utilizado como base naval con proyección al continente blanco. Un tema ya advertido ante funcionarios nacionales por la Embajada de los Estados Unidos en la Argentina.

En una entrevista con este medio, la general Laura Richardson, la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, advirtió sobre los intereses chinos en el país. Lo hizo al referirse a la estación espacial de China en la provincia de Neuquén, la que algunos especialistas en defensa califican como una instalación militar para el monitoreo de comunicaciones: “Yo lo veo así: son instalaciones de un gobierno autoritario, que no deja que los argentinos accedan a ellas, excepto si van de visita. ¿En qué andan?”, se preguntó la militar. Y afirmó: “Ellos no tienen las mismas preocupaciones que nosotros en términos de libertad y de un hemisferio occidental libre, seguro y próspero. Me preocupa. Y está manejado por una empresa del Estado y del Ejército Popular de China. ¿Para qué están usando eso?”.

La preocupación en ese país por los intereses del régimen de Xi Jinping en la Argentina podría potenciarse si capitales de la República Popular China construyen y operan un puerto con una obsesión en desembarcar en la Antártica a través de Tierra del Fuego, un enclave estratégico: el Canal de Beagle es un paso marítimo entre Argentina y Chile donde se conectan los océanos Pacífico y Atlántico.

Uno de los primeros en alertar sobre esta situación es el periodista de Ríos Grande Armando Cabral, amenazado varias veces por investigar este tipo de convenios y otros hechos de corrupción en la provincia.

En una entrevista con Infobae, realizada a metros del monumentos a los Héroes de Malvinas advirtió: “Los capitales chinos siempre han insistido con Tierra del Fuego. Creo que es más que nada porque es un lugar estratégico. Muy estratégico si tenés en cuenta que estás en el canal que une los dos océanos. Este es un lugar muy, muy estratégico. Es prácticamente virgen y por eso permanentemente están anunciando inversiones en Tierra del Fuego”.

— Además, el desempeño de los capitales chinos en otros puertos del mundo no es favorable.

— Hasta donde yo sé solamente hay resultados positivos en las empresas constructoras chinas o en las empresas chinas dentro de China. Fuera de China yo no tengo ningún dato que me haga suponer que haya funcionado. De hecho, hubo problemas en Brasil, por ejemplo, sobre el río Amazonas ellos iban a construir un puerto similar al que se iba a construir acá que se hizo a medias y terminó derrumbándose.

La participación de China en el proyectado puerto de Río Grande, impulsado por capitales nacionales privados, estratégico para el trasporte de la producción de la industria química y petroquímica de la provincia y la redistribución logística de ciudades como Ushuaia y Ríos Grande, sería a través de la empresa provincial de hidrocarburos Terra Ignis Petróleo y Gas, creada por el gobernador Melella.

La firma, que tendrá el formato de una sociedad anónima con participación estatal mayoritaria, según anunció el mandatario provincial, buscará asociarse con capitales privados para la exploración y explotación conjunta de yacimientos onshore y offshore.

El diputado nacional por Tierra del Fuego de Juntos por el Cambio, Federico Frigerio, en diálogo con este medio en Río Grande recordó que, la legislatura fueguina en 2000 ya “liquidó” la anterior empresa estatal Sociedad Hidrocarburos Fueguinos Sociedad Anónima. “En la provincia ya hay un antecedente de quiebra de una empresa hidrocarburífera como la recientemente creada por el gobernador Melella. La sociedad fracasó por completo porque fue pesimamente administrada, con mucha negligencia”, afirmó.

— ¿Y ustedes creen que Terra Ignis Petróleo y Gas, al tener la posibilidad de que ingresen empresas privadas, se puede asociar con capitales o empresas chinas para así tener injerencia en el puerto?

—Está entre las posibilidades del gobernador Melella. Hay que tener muy en claro que en nuestro país hay empresas privadas con capacidad y experiencia para construir el puerto en Río Grande. No nos hace falta la intervención de otros países, cualquiera sea.

— La información que tenemos es que hay intenciones del gobierno Chino de participar en la construcción del puerto para tener injerencia.

— Por los trascendidos periodísticos de la firma de convenios del gobernador parecería que sí. Yo no lo puedo definir. El gobernador va a tener que definir a qué empresas quiere dejar entrar. Lo que sí puedo decir es que cuando vino el Jefe del Comando Sur de la Marina de Estados Unidos, el Almirante Craig Stephen Faller a visitar la Base Naval de Ushuaia, el gobernador Melella no lo recibió. Fin. Pero sí recibió a las empresas chinas que vinieron a firmar convenios y ya firmaron convenios para volver a invertir teóricamente en el polo petroquímico. Entonces claramente hay un acercamiento ideológico o un perfilamiento ideológico definido por el gobernador.

Como su predecesora, Feller criticó el avance del régimen autocrático de Xi Jinping en la región al asegurar que China es “la principal amenaza a la democracia y la libertad” en la actualidad. “Me siento alarmado con lo que está haciendo China. Debemos invertir más en las Fuerzas Armadas y la seguridad”, aseguró durante su participación en un panel sobre el futuro de las Fuerzas Armadas en América Latina de la 7ª Conferencia Anual de Seguridad Hemisférica.

Aunque el gobernador Melella no anunció aún la injerencia de China en la construcción de un puerto naval, en la provincia ya lo dan como una hecho, o al menos una posibilidad que levanta críticas y alertas no solo en los Estados Unidos sino en organismos internacionales que observan con preocupación el alineamiento del presidente chino con su par ruso Vladimir Putin y con el régimen iraní y el acercamiento de la administración de Alberto Fernández con los dos primeros.

Pero algo de tranquilidad llegó cuando consultado el entorno del ministro de Economía Sergio Massa la respuesta fue categórica: “No tiene ninguna chance de hacerse”.

Sobre la intervención que el gobernador de Tierra del Fuego les daría a empresas del régimen chino al puerto de Río Grande, el diputado Frigerio fue tajante ante una segunda consulta de este medio, mientras recorría con el equipo de Infobae la ciudad de Ushuaia: “No creo que nadie en su sano juicio deje concesionar uno de los desarrollos más importantes estratégicos que tiene la Argentina a otro país cuando eso debería ser eminentemente argentino”.

Una visión parecida expresó el periodista de investigación fueguino Armando Cabral: “El tema de tener el puerto en Río Grande significaría poder realizar las operaciones antárticas durante todo el verano, podría tranquilamente abastecerse en Río Grande. Podría abrir una gran puerta a todo lo que tiene que ver con lo económico en Antártida, todo lo que se puede hacer más allá de lo científico. La intervención de capitales chinos o rusos en el puerto, por un tema de soberanía nos complica y nos hace ruido porque permanentemente se habla de la soberanía en un lugar como este particularmente donde Malvinas está a 600 kilómetros de este lugar y Antártida que es estratégicamente para nosotros híper importante porque forma parte de nuestra provincia”.

Un cuento chino

En Tierra del Fuego, cuando escuchan la palabra China, antes que inversión y progreso se la asocia a posibles hechos de corrupción, negociados y abandono. Argumentos sobran.

Desde el año 2004, durante la presidencia de Néstor Kirchner, y con Mario Jorge Colazo en la gobernación, comenzaron a coquetear con la supuesta gallina de los huevos de oro sin advertir que, a diferencia de otras naciones, los bancos o empresas chinas, detrás de las cuales está Beijing, optan por tomar garantías en forma de recursos naturales o la misma infraestructura que ayudaron a construir. Eso ya ocurrió en Tierra del Fuego con la empresa de capitales chinos Tierra del Fuego Energía y Química S.A que terminó en un escándalo judicial.

La sociedad anónima se había comprometido a realizar una inversión de más de 300 millones de dólares en un polo petroquímico para la explotación de gas y la fabricación de urea y un puerto, en el predio de la Estancia Las Violetas, ubicado en la ciudad industrial más grande de la provincia, Río Grande, pero incumplió con el convenio, plasmado en el decreto 2.374/10 por la gobernadora Fabiana Ríos (CC).

El convenio terminó en escándalo y con la recisión de este “por culpa de la firma” asiática el 28 de julio de 2016 por parte de otra gobernadora, la actual diputada nacional Roxana Bertone (PJ).

Nada de lo que se comprometió a realizar la empresa se cumplió. Un equipo periodístico de Infobae fue testigo del abandono del lugar donde la compañía Tierra del Fuego Energía y Química S.A. debía realizar los trabajos y en los cuales ya habría invertido, según la documentación que obra en la justicia fueguina 170 millones de dólares.

Cómo se puede observar en la recorrida que este medio realizó en el predio de Las Violetas, el abandono de la obra y la desidia es absoluta. Camiones, retroexcavadoras, montacargas, caños, alambres de púa, cemento, piedras para construcción, dormitorios para los casi 200 trabajadores que la empresa trajo de China. Enormes maquinarias amarillas en cuyos stickers escritos en mandarín puede leerse: “Productos exclusivos de la expedición antártica de China”.

De uno de esos precarios dormis abandonados desde hace al menos seis años, y mientras Infobae retrataba el abandono a través de fotos y grabaciones, un ciudadano chino salió al encuentro de los tres integrantes del equipo de investigación periodístico.

No hablaba inglés ni castellano. Vestido de remera, pantalón y ojotas, el hombre, con un gesto de sus manos pidió no ser filmado y se negó a responder preguntas a través del traductor.

El lugar está bajo el resguardo de la Justicia que lleva adelante el expediente por los incumplimientos de la empresa. Una denuncia cruzada ya que Tierra del Fuego Energía y Química S.A. sostiene que no pudo avanzar en la construcción del polo petroquímico y el puerto por las trabas que le habría impuesto la administración de Bertone.

Sin embargo, la Secretaría Legal y Técnica provincial, en un dictamen de 42 fojas al que accedió ese medio afirma que, a pesar que la empresa china asegura que lleva invertido “ciento setenta millones de dólares”, los peritos determinaron que: “No existe una sola constancia al respecto a excepción del depósito del primer pago”.

El escrito esgrime que la sociedad tampoco presentó constancias que avalen las supuestas razones por las que los funcionarios provinciales “truncaran la ejecución del contrato”.

Por esa razón la actual diputada nacional por Tierra del Fuego decretó la rescisión del “convenio por culpa de la firma Tierra del Fuego Energía y Química S.A, registrado bajo el decreto N° 2374/10 de fecha 04 de octubre de 2010 y aprobado por la ley provincial N° 828″.

Ese es el antecedente con el cual retornan las empresas chinas a la provincia patagónica para la posible construcción de un puerto en Río Grande.

“Tierra del Fuego mantuvo un conflicto importante en la década del 2000 con la empresa china que iba a construir en el Parque de Estancia Las Violetas un polo petroquímico y un puerto”, recuerda Cabral quien exploró el tema a fondo durante sus trabajos periodísticos. Y abunda: “Era un proyecto privado, una inversión de 1.500 millones de dólares que nunca se concretó. La empresa china terminó vendiendo todas las herramientas, maquinarias. La obra quedó parada hasta el día de hoy. Se está pagando por eso costos y está judicializada. Ese fue el primer negocio que Tierra del Fuego mantuvo con la República Popular China”.

— Cuando en Tierra del Fuego se habla del “cuento chino” de 2010, de 2012, ¿a qué se refieren?, se le preguntó al diputado Frigerio, después de recorrer el desolado campamento chino en Las Violetas.

— En su momento la provincia firmó un contrato con una empresa china. Ese contrato fue aprobado por la Legislatura. En términos objetivos no era un buen contrato para Tierra del Fuego porque de alguna forma vendía sus regalías a un precio no favorable para nuestra provincia. Pero técnicamente eso está judicializado. El que lo llevó adelante -Fabiana Ríos- no fue el mismo gobierno que lo judicializó -Roxana Bertone- así que eso está en manos de la Justicia y es la Justicia quien tiene que determinar qué características tuvo esa concesión, esa venta de regalías que era perjudicial para la provincia. Hasta ahora las inversiones chinas en Tierra del Fuego fracasaron.

— ¿Cuál es su opinión por la actitud del gobernador Melella de frenar la causa sobre la que estamos hablando?

— Yo creo que el pez por la boca muere. Digo, está claro. Es un mensaje. Es un mensaje político.

— ¿Fue una condición para un nuevo acuerdo de inversiones chinas?

— Por eso digo. Es un mensaje. Igual la que debería encontrar estas deficiencias técnicas o no es la Justicia.

Si esto ocurrirá solo el tiempo lo dirá. Pasaron seis años y nada sucedió. Ahora, el alineamiento del gobierno nacional y de la provincia con el régimen de China no solo hace que la causa por el escándalo del polo petroquímico quede adormecida, sino que las inversiones de Beijing para la construcción de una base naval enrarezcan el proyectos de empresas nacionales para la construcción de un necesario puerto en Tierra del Fuego.

Frigerio explica su importancia así: “Río Grande con un puerto sería la estación de servicio de todos los buques que van hacia la Antártida y que circulan del Pacífico al Atlántico, del Atlántico al Pacífico, más austral del mundo. Con lo cual también pondría a Río Grande en un lugar único de competitividad en el Atlántico Sur”.

La definición es la explicación de por qué China intenta, una vez más, construir un puerto en la estratégica Tierra del Fuego.

Fuente: Infobae

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