Se trata de 16 camas ocupadas con enfermos por el virus. Así lo detallo el Dr. Mauro Dotto, director del centro de Rehabilitación Municipal Mamá Margarita que actualmente presta servicios en la terapia intensiva del hospital.5 septiembre, 20202452
En declaraciones a FM La Isla, el Dr. Mauro Dotto, director del centro de Rehabilitación Municipal Mamá Margarita y terapista del hospital ante la pandemia, informó que si bien “el sistema de salud todavía no está saturado, si los casos siguen aumentando en este número en algún momento se va a saturar”.
En ese sentido señaló que “actualmente hay dos terapias intensivas completas» y especificó que se trata de 9 camas de la terapia intensiva tradicional y 7 camas más de la unidad pediátrica. No obstante, dijo que todavía tienen la posibilidad de ventilar pacientes en otro sector pero no tienen personal para ello.
“Nos estamos quedando cortos (de personal) porque actualmente estamos haciendo tres médicos de guardia todos los días y si habilitamos la próxima sala para ventilar pacientes vamos a estar complicados». En ese sentido, dijo que si bien se trata de información que debe confirmar Gobierno, conoce de que próximamente se sumaría un médico de Ushuaia al equipo de terapia intensiva.
Del mismo modo comentó que, en caso de que sea necesario, “se podría convocar a intensivistas que trabajan en el sector privado y también hay algunos médicos que hace tiempo que no hacen terapia intensiva pero que tienen la experiencia suficiente y se los podría convocar”.
Por otra parte se refirió a los tratamientos. En ese sentido, dijo que el plasma de convalecientes se está utilizando muchísimo, al punto de que hemoterapia ha realizado convocatorias a los vecinos que hayan padecido la enfermedad para reforzar el banco. Asimismo, dijo que aun no ha llegado el ibuprofenato (inhalable) a Tierra del Fuego pero que podría utilizarse para mejorar la condición de los pacientes de moderados a críticos.
Finalmente, habló sobre la situación interna de la terapia intensiva expresando que “Es angustiante, estamos sobrepasados de trabajo y de emociones. Es muy duro tener que dar los informes de los pacientes graves de manera telefónica, es muy duro cuando fallece un paciente que los familiares no puedan despedir el cuerpo y cuando ve la gente que está haciendo asados multitudinarios lo mínimo que uno siente es bronca, porque daría la impresión de que o no saben o no quieren ver lo que está pasando y me da unas ganas de traerlos a hacer un tour por el hospital para que vean la cantidad de pacientes que están al límite de la muerte”.
Fuente: Argentina Online
