Durante la jornada de este viernes circuló en las redes sociales un «tik tok» realizado por un agente policial con un uniforme, encontrándose aparentemente en su horario de trabajo. Dicha circunstancia no habría caído bien a las autoridades de la fuerza y habrían aplicado una sanción contra el policía en razón de que habría cometido una falta grave.
Sin dudas la situación es por demás escandalosa dentro de una fuerza policial que dice defender los principios a capa y espada cuando en realidad se dedican a desplegar -desde hace bastante tiempo- un arte de «caza bobos», es decir, sancionar a los agentes o subalternos por cuestiones menores, hasta chistosas y que no causan un daño a nadie, mucho menos a la institución.
Presuntamente el agente habría faltado el respeto al uniforme policial, pero la escena resulta ser cuanto menos patética, toda vez que mientras se reprimen conductas como las de este «tiktoker», Comisarios se encuentran involucrados en causas por presuntos acosos laborales y persecución que involucrarían cuestiones de género, así como también en desapariciones de dinero en efectivo desde el interior de una comisaría en Río Grande.
La doble moral desplegada por los jefes la Policía Provincial no es nueva y, por más que cambien gobiernos o hasta esos mismos jefes, las viejas usanzas siguen a la orden del día. Numerosos escándalos han involucrado a personas con altos cargos dentro de la policía fueguina, pero al parecer resulta más fácil reprender a un simple agente que encargarse de aquellos que realmente le generan un daño a la institución y manchan el buen trabajo desplegado por la mayoría.
Fuente: TDF al día