Las circunstancias han cambiado. Tierra del Fuego llegó a pasar más de 40 días sin registrar nuevos casos positivos y parecía que todo había terminado. La ciudadanía responsabiliza al Gobierno y la administración guiada por Gustavo Melella responsabiliza a la ciudadanía por «no respetar los protocolos».
Días antes del rebrote de coronavirus en la ciudad de Río Grande, el Gobierno de Tierra del Fuego había sido valorado como la provincia que había llevado a cabo «una gestión exitosa de la pandemia». Todo ello parece muy lejano y tal vez sea por la vorágine que han generado la aparición de los nuevos casos.
Actualmente, solo Río Grande cuenta con más casos que la provincia de Catamarca, Corrientes, Formosa, La Pampa, Misiones, San Juan, San Luis, Santiago del Estero y Tucumán. La provincia entera dobla en casos a la mayoría de las jurisdicciones nombradas.
Al día de la fecha, 8 personas se encuentran internadas en el Hospital Regional Río Grande, encontrándose entre ellos casos sospechosos, cuestión que solo se explica por la ausencia de hisopados, toda vez que 8 ciudadanos que aún no han sido diagnosticados como portadores del COVID-19 se encuentran allí.
Así las cosas, el Gobierno de Melella pasó de la «gestión existosa» o «provincia modelo» a generar una situación que tiene a mal traer a los riograndenses. Para poder paliar la propagación del virus, el intendente Martín Perez ha solicitado a Melella que se efectúen controles nocturnos para poder controlar que las personas no realicen controles sociales y que, además, la ciudad se mantenga virtualmente cerrada, cuestión que el propio Melella no respetó al dejar ingresar a «fueguinos varados», excusándose luego en que los mismos se encontraban en viaje.
Sin una medida determinante que ayude y guíe a futuro a la población, Tierra del Fuego pasó de provincia modelo a ser la que tiene más casos que grandes distritos del país…
Fuente: tdf al día
