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Colegio niega ingreso a menor con Sindrome de Down y juntan firmas en Río Grande

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El colegio María Auxiliadora de la ciudad de Rio Grande, niega ingreso a niño con Síndrome de Down, el caso llego a la Justicia por impedir que un alumno que padece una discapacidad pueda seguir sus estudios.

Frente al rechazo de dos medidas cautelares, Gabriela Medina, madre de Emanuel, de 7 años, alumno de 2°grado, inició una campaña para juntar firmas y presentar un petitorio en la Justicia, luego que las autoridades de esa escuela salesiana se lo negaran.

La madre inició una campaña para juntar firmas y presentar un petitorio ante la Justicia para que le permitan regresar al colegio con su par pedagógico, luego que las autoridades de esa escuela salesiana se lo negaran. “Queremos que la justicia actúe pronto actualmente se encuentra el expediente en el juzgado de primera instancia civil y comercial N°2 del distrito judicial Norte. Dos veces rechazaron la medida cautelar que presentamos para que Emanuel regrese al colegio mientras continúa el juicio”, indica la convocatoria que hizo la madre. Emanuel es alumno de la institución desde el nivel inicial, no habla y tiene dificultades para relacionarse con otras personas. Sin embargo, gracias a la conexión establecida con su par pedagógico, logró vincularse con sus compañeros y con la actividad escolar, lo que el año pasado le permitió fortalecer las trayectorias educativas e iniciar la alfabetización.

Desafortunadamente, este 2022, al comenzar las clases, la escuela negó el ingreso al establecimiento del par educativo, e impuso el acompañamiento de otra docente que según los padres, no se ha capacitado para esa tarea. “Estamos luchando para que vuelva su recurso pedagógico que es una docente capacitada que trabaja desde el año pasado con él a través de la resolución ministerial”, explicó Gabriela Medina, madre de Emanuel. Medina explicó que, al tratarse de un niño no verbal, que se maneja con señas, el par pedagógico debe conectar con él para saber cuándo quiere ir al baño, o conocer sus expresiones para poder acompañarlo, cosa que no ocurrió con la nueva docente. “A causa de esta situación, mi hijo tuvo clases esporádicamente y los días que iba a la escuela, no iba el docente designado por ellos. Así que no hacía tareas, lo sacaban al patio a deambular, provocándole un estrés del cual no podemos sacarlo”.

La familia desconoce las razones de este rechazo de la escuela, sobre todo tratándose de una institución religiosa que lo acogió desde el primer momento y a la cual también asiste su hermana. Por ello, se vieron obligados a realizar la denuncia en la Fiscalía y en la Secretaría de Derechos Humanos y también en el Ministerio de Educación, donde están al tanto de la situación.

Fuente: crónicas fueguinas

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