Pudo ser una tragedia en la zona de “La Herradura”.
Ayer en horas de la tarde, una gran masa nívea se desplazó por la montaña y se depositó sobre la Ruta Nacional Nro 3, en suficiente cantidad como para sepultar a más de un vehículo.
Alrededor de las 18 del miércoles 2 de junio se precipitó sobre la cinta asfáltica que bordea los altos riscos del Paso Garibaldi, en el sector conocido como “La Herradura”, una avalancha de nieve que cubrió una gran cantidad de metros cuadrados a la redonda y que produjo un montículo estimado en el metro de altura.
Afortunadamente, en esos momentos – alrededor de las 18 – no transitaba por el lugar vehículo alguno.
Personal de la Secretaría de Protección Civil y de la subsecretaría de Seguridad Vial, informaron que no hubo que lamentar víctimas aunque la gran cantidad de nieve depositada sobre el camino, obligó a mantenerlo cerrado al tránsito hasta que pudiera ser completamente despejado.
Con el aporte de recurso humano y maquinarias de Vialidad, Protección Civil, Gendarmería Nacional y Policía provincial, se logró rehabilitar la circulación por el lugar a aproximadamente las 19.20.
Es de destacar que las fuertes nevadas que vienen azotando a la zona cordillerana en general y a Ushuaia en particular, se están haciendo sentir con gran rigurosidad, causando grandes dificultades para transitar en la ciudad y también fuera del éjido urbano.
La gran cantidad de nieve que se desprendió de la cordillera y que cayó sobre el asfalto, obstruyó completamente la calzada, organizándose rápidamente un operativo conjunto para limpiar la nieve con máquinas que la arrojaban al precipicio y manualmente, con palas.
Por fortuna no hubo que lamentar daños materiales sobre vehículos ni personas lesionadas ya que al momento de producirse la avalancha nadie pasaba por el problemático sector.
Finalmente y una vez despejada la Ruta 3, el tránsito se rehabilitó con normalidad, estimándose el tiempo de paralización en algo más de una hora.
El Paso Garibaldi continúa teniendo en jaque a los automovilistas, camioneros, motociclistas, ciclistas y mochileros que lo transitan, preocupando en invierno por los aludes como el que se registró ayer y por el desprendimiento de rocas, en el verano.
Diario Prensa