Alika Kinan denunció que había trabajado desde 1996, en dos cabarets de la ciudad de Ushuaia primero en el Black & White y después en el Sheik, donde dice, la llevaron engañada y permaneció víctima de la trata hasta 2012, cuando fue rescatada luego de que la justicia allanara el establecimiento.
Pero la otra versión es la Miguel Pascual (45), su ex marido, o actual marido porque ellos se casaron en Barcelona en el año 2000 y allí no están divorciados, quien conoció a Alika en Ushuaia 1996 cuando él se desempeñaba como personal de la Marina y ella trabajaba en el local nocturno Black & White “por su voluntad, como siempre. Ella jamás fue retenida, ejerció la prostitución porque ella así lo quiso”.
El 22 de junio de 1999 Alika viajó a España, donde se radicó en Barcelona con Pascual y un año después se casaron y nacieron las tres hijas de la pareja, el 15 de agosto del 2000, el 21 de noviembre de 2006 y el 3 de abril de 2009.
En una entrevista que dio a la BBC, Alika aseveró que Marco “me llevó a Barcelona para que me prostituyera y me quitaba todo el dinero” y dijo que pudo escapar en 2009 y volver a la Argentina con sus hijas, exactamente a Córdoba, donde supuestamente fue engañada para ir a Ushuaia donde quedó atrapada por la red de trata.
“Alika dice que estuvo 20 años secuestrada, cuando en realidad ella estaba viviendo conmigo y sus hijas en Barcelona, su número de documento español es x2942565z y cualquier juez argentino puede pedir que el ministerio de Trabajo español le de la información de todas las empresas en las que ella trabajó cuando vivía allí e, incluso, los datos de cuando cobraba la pensión por embarazo”, aseguró Miguel Pascual.
Kinan, según su ex marido, habría trabajado entre el 2000 y el 2009 en varias empresas radicadas en Barcelona, como la de seguridad vial Global Transit; la compañía logística danesa-holandesa DSV-Frans Maas; y Calitrol, de comercio al por menor de juegos y juguetes en establecimientos especializados.
En 2009 el trabajo de Pascual mermó y la pareja decidió pasar seis meses al año en España y otros seis en Córdoba, Argentina, adonde se trasladaron. Cinco meses y medio después, el hombre debía volver a trabajar a Barcelona y “en ese momento Alika decidió irse a Ushuaia por su propia cuenta. Adelante mío llamó por teléfono al Sheik, donde, según me dijo, trabajaría en la barra”. El marido volvió a la península Ibérica con una de sus hijas, las otras dos quedaron en Córdoba a cuidado de su abuelo materno y Alika viajó a Ushuaia sola. Meses luego, según él, una tía de Alika lo le confesó que su mujer en realidad ejercía la prostitución en Ushuaia, por lo que él decidió separarse. Eso fue el 19 de marzo de 2010.
En ese momento, Alika comenzó a estar con su nueva pareja – con quien actualmente tiene tres hijos más – y en 2010, Pascual trajo a Argentina a la hija que residía con él en España y se la entregó a la madre en Mar del Plata, para volver a Córdoba y visitarlas mensualmente. Seis meses después se fue de Argentina una vez más, pero no regresó.
“Yo te puedo asegurar, con papeles, que ella misma llamó a Ushuaia a pedir el trabajo y que, cuando empezó a trabajar ya estaba con su actual marido y las niñas, por lo que claramente no podría haber estado forzada”, dijo Pascual y agregó que “es una locura lo que hacen los abogados y jueces argentinos, es una mafia, una burrada, yo lo se porque soy el ex marido, la conozco y los está engañando a todos desde hace nueve años y así seguirá. Es muy buena hablando y la gente le cree, pero son puras mentiras todo lo que dice”.
El español, que ahora reside con una nueva pareja y tres niñas en Inglaterra, relató que se quiso ir de su casa muchas veces mientras estaba con Alika en Barcelona: “En 2007 o 2008, me fui a lo de un amigo, ella me rastreó y apareció allí con un cuchillo, dejando solas a las niñas, y me dijo que si no volvía, las iba a matar. Y yo volví”
“Cuando yo me iba de mi casa temía que hiciera daño a las niñas y ahora está allá con ellas y no puedo hacer nada porque me va a pegar dos tiros. Yo hable con la embajada y ellas no figuran con la doble nacionalidad porque no se declaró que son españolas y no tengo opción de ganar, la tendría si fuera millonario”, manifestó el hombre que dos veces quiso divorciarse, “pero ella rompió los papeles porque como estamos casados en Barcelona, ella pudo contraer nuevamente matrimonio en Argentina en una unión ilegítima”.
Desde 2010 el padre mandaba unos 600 euros por mes a Alika para las niñas, pero en 2014, “mandé 1500 libras extra para que mi hija más grande viniera a España y Alika me pidió más dinero que yo no tenía. Ella me dijo que gastaría todo en el shopping y nunca compró el pasaje. Nunca más le mande plata”.
En 2016, un video llegó a las manos de Pascual: “Era mi hija, que en ese momento tenía 15 años, y se la veía drogada teniendo relaciones sexuales con un hombre de entre 35 y 40 años”. El video, filmado en primera persona en 2015, fue examinado en varias oportunidades por el padre, “yo lo he puesto y dado pausa, he visto las marcas de su espalda y, además, la camiseta que llevaba puesta también la había usado en otras fotografías, por eso puedo decir que efectivamente esa chica es mi hija”.
“Conociendo a Alika se que ella forzó a mi hija a hacer este video para ganar algo a cambio, por callar algo o ganar dinero. Quizás era una persona muy importante y ella quería chantajearlo con el video. Yo se que Alika por dinero, vende a su hija y no tengo problemas de decirlo desde la cárcel y delante de un juez”, confesó el español.
El hombre hizo la denuncia por el video en comisarias inglesas y españolas, “también la hice por teléfono en Argentina y tres meses después me informaron que un jefe policial de Ushuaia había cancelado la investigación. Hablé a la CIA, la Interpol, el FBI, policías, fiscales, abogados y periodistas y, hasta hoy, que hablo con Ártika, nadie me había contestado”.
“Yo estoy a favor de la lucha contra la trata, pero no con que Alika los represente, creen lo que ella dice cuando los ha engañado y les ha robado. Ella dice que yo era un golpeador pero no hay denuncias ni pruebas, si hablas con su hermana o su madre te van a decir lo mismo. Yo no invento nada”, aseguró.
Para el hombre “Alika es una psicópata, confunde la realidad con la ficción, empieza con una historia real y la transforma, arma otra historia y se la cree, y después la repite y hace que la gente la crea. Yo he sido acusado de prostituirla y no hay pruebas porque no existen, por eso jamás me denunció, lo que ella dice son solo palabras”.
“Deseo que mis hijas sepan que entre 2000 y 2010 Alika jamás ejerció la prostitución, ni fue maltratada o golpeada. Que cuando quieran me llamen, me contacten, espero que puedan verme”, dijo el sujeto y dejó su contacto. Su dirección de mail es mpascual1976@gmail.com y su teléfono +44 7510 048223.
“Quiero que me investiguen, porque no tengo nada que esconder. Quiero que el destino me de lo que merezco y a Alika lo que se merece”, finalizó Pascual.
Fuente: FmArtika