Sin controles por parte del Municipio de Rio Grande, ni de la policia, denuncian que hubo una decena de fiestas clandestinas este fin de semana en esa ciudad, así lo señaló el secretario general del gremio de controladores, Raúl Bombares. «Son siempre en los mismos lugares, ya les llamamos boliches clandestinos», dijo.
El secretario general del sindicato de SUTCAPRA, Raúl Bombares, volvió a poner sobre la mesa un tema vigente desde el comienzo de la pandemia: la proliferación de fiestas clandestinas en Río Grande. Y es que según señaló el dirigente del Sindicato Único de Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia de la República Argentina, este fin de semana hubo unos 10 encuentros de este tipo en distintos puntos de la ciudad.
Todos fueron denunciados por el propio gremio, ya que explicó que con esto «se ven afectados los boliches que sí están habilitados y que son perjudicados por estas prácticas, porque esto repercute directamente en nuestro trabajo».
En cuanto a las fiestas, señaló que «hubo 4 el viernes y 6 el sábado, la mayoría en la zona céntrica», y detalló: «9 de Julio y San Martín, Fagnano y Perito Moreno, en Chacra XIII, en la Margen Sur, en el Barrio Aeropuerto, todos lugares comunes que nosotros ya llamamos boliches clandestinos».
Denunció además que «hay falta de control en lugares que claramente no están habilitados; hay denuncias ante la Policía y detectamos que siempre son los mismos espacios donde se hacen estas fiestas».
Los encuentros, dijo, son multitudinarios, y este fin de semana uno de ellos llegó a reunir a unas 150 personas. «Nosotros hicimos la denuncia, la Policía llega, inspecciona y se va, no ha desalojos; el dueño aduce que es una fiesta privada y la Policía no puede hacer nada».
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