Andrea Ponce, afiliada a la Obra Social del Estado Fueguino (OSEF) y trabajadora del Instituto Provincial Autárquico de la Obra Social (IPRA), denunció públicamente las dificultades que enfrenta a diario debido a demoras en su derivación médica desde Buenos Aires a Tierra del Fuego.
Ponce fue derivada originalmente al hospital Británico de Buenos Aires para una cirugía, la cual fue finalmente realizada con éxito, después de demasiados contratiempos. Sin embargo, expresó su preocupación y malestar por las demoras que está experimentando para regresar a su provincia de origen, lo que le ha ocasionado no solo altos gastos económicos sino también problemas psicológicos, según constatan profesionales.
Según dijo Ponce en radio Provincia, a pesar de contar con un amparo judicial desde el año 2016, ha enfrentado continuas dilaciones y respuestas negativas por parte de las autoridades de OSEF. La afiliada considera esta situación como un ataque personal y un castigo por sus reclamos intensivos.
En sus propias palabras, Ponce describió su situación: “Después de tres veces que me bajaron del quirófano, me operaron. Me dieron de alta, y una vez que te dan de alta cae el sistema y no figuras más en el sistema, o sea que la medicación no voy a poder ir al hospital. Yo me voy a atender con el médico para que vea la herida y me saque los puntos, y resulta ser que también pasó por Aerolíneas Argentinas para agilizarle el trámite a la obra social y para ver si hay vuelos. Yo me tengo que ir, me quiero ir, ya hace un mes y 20 días acá, y no es porque haya querido, sino que ellos me demoraron, porque si vos los 30 días los ocupás, te vas de vuelta y volvés cuando vos podés volver. Un juego así están haciendo”.
Ponce también expresó su malestar con la respuesta de las autoridades de OSEF: “Lo estoy tomando personal. Esto lo estoy tomando personal y lo estoy tomando como que ellos me están castigando a mí. Hoy les llevo el pasaje al mediodía y me dicen que ellos no se manejan así, que son 72 horas mínimas para que ellos me evacúen de acá, que ellos van a estar en contacto conmigo”.
Ante esta situación, la afiliada debió buscar ayuda psicológica y legal, pero se siente frustrada por la falta de respuestas adecuadas por parte de OSEF. Afirmó haber enviado mails a la dirección de la obra social, incluyendo a la presidenta Mariana Hruby, en un intento por resolver su situación.
En conclusión, Andrea Ponce enfrenta una difícil situación debido a las demoras en su derivación médica desde Buenos Aires a Tierra del Fuego por parte de OSEF, lo que ha generado no solo preocupaciones económicas sino también problemas emocionales.
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