Pidió reiniciar la discusión por la soberanía.
El Gobierno nacional puso fin al pacto diplomático entre la Argentina y el Reino Unido, suscripto en la administración del expresidente Mauricio Macri, por considerarlo «lesivo» para los intereses nacionales, y pidió a los británicos una reunión en las Naciones Unidas para discutir la «soberanía», lo que fue celebrado por funcionarios, legisladores y excombatientes.
El canciller argentino Santiago Cafiero se reunió este jueves -al mediodía de India- con su homólogo británico James Cleverly, en Nueva Delhi, en el marco de la Cumbre de Cancilleres del G20, y le planteó esos dos temas sobre las islas Malvinas, usurpadas por los británicos en 1833.
Cafiero, le notificó (en forma verbal y por escrito) la decisión del Gobierno argentino de poner fin al pacto ‘Foradori-Duncan’, al considerarlo «lesivo» para los intereses nacionales.
En paralelo, el canciller planteó reiniciar la discusión por la soberanía de las islas Malvinas y propuso una primera reunión entre ambos países en la ONU, en Nueva York, en el marco de la resolución 1965 de las Naciones Unidas, que instaron a ambos países a dialogar sobre la «disputa de soberanía».
Este pacto firmado por el anterior Gobierno en 2016 «fue uno de los hechos más lesivos para el histórico reclamo por el ejercicio de soberanía sobre las islas Malvinas», indicaron las fuentes oficiales al referirse al pacto que suscribieron ese año el entonces vicecanciller argentino Carlos Foradori y el ministro británico de Estado para Europa y las Américas, Alan Duncan.
Y agregaron que «si no hubiera sido por la reacción de amplios sectores políticos y sociales, del Congreso y de veteranos, sus consecuencias habrían sido irreparables».
En tanto, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, señaló que con la decisión formalizada este jueves «se deja atrás una etapa oscura» de la diplomacia argentina en relación al reclamo de soberanía por Malvinas.
«Esta decisión se enmarca en la política de Estado sobre la cuestión Malvinas y referido a las resoluciones de Naciones Unidas. Se deja definitivamente atrás una etapa oscura marcada por un vergonzoso pacto de entrega de soberanía», fundamentó el funcionario.
En adelante, Carmona propuso impulsar una «agenda concreta de negociaciones con eje en la soberanía que debe contemplar la conectividad aérea y marítima de las Islas con el territorio continental argentino, medidas en favor de los habitantes de las Islas».
También debe considerar «medidas para la preservación y aprovechamiento de los recursos naturales en el marco de las resoluciones de Naciones Unidas y la desmilitarización del archipiélago».
Un pacto espurio
El Pacto Foradori-Duncan se dejó de lado en la gestión de Alberto Fernández, pero ahora el canciller notificó oficialmente a su par británico la decisión de finalizarlo.
Las fuentes del Palacio San Martín señalaron que por el pacto «se le intentó garantizar al Reino Unido la remoción de todos los obstáculos para el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las islas, desarmando una estrategia que se había impulsado poner límites a la ocupación ilegal y a la expoliación de los recursos naturales del archipiélago».
«Ese documento realizaba concesiones a los intereses británicos respecto de la explotación de los recursos naturales argentinos en la región y retrocedía notablemente en el justo reclamo por soberanía», indicaron.
Incluso, añadieron, se adoptó la forma de «comunicado conjunto» para evitar cumplir con la obligación constitucional de someter el tema a la aprobación del Congreso.
El pacto contemplaba «las dos principales demandas británicas que la primera ministra Theresa May le había realizado al presidente Macri en una carta que le había enviado breve tiempo atrás: Remoción de obstáculos para explotación de recursos y vuelos al continente», puntualizaron las fuentes.
En cuanto a los vuelos, las partes «acordaron que serían establecidas conexiones aéreas adicionales entre las Islas Malvinas y terceros países» mientras que la «demanda de Argentina siempre fue promover un segundo vuelo desde territorio continental mediante la aerolínea de bandera, Aerolíneas Argentinas».
Asimismo, el acuerdo suponía «el levantamiento de las medidas administrativas, legislativas y judiciales que había tomado la Argentina para proteger sus recursos frente a la explotación ilegal de la pesca e hidrocarburos».
«Por el contrario, ninguno de los históricos reclamos argentinos estuvo presente en el texto. No hace mención a la disputa de soberanía, a la Resolución 2065 (XX), a la violación de la Resolución 31/49 que prohíbe acciones unilaterales y que el Reino Unido está llevando adelante en el área», se reseñó.
«Tampoco mencionaba la base militar que existe en la zona de paz y cooperación del Atlántico Sur. En realidad, el único obstáculo para el desarrollo económico de las Malvinas es, justamente, la persistencia de la disputa de soberanía que el Reino Unido se niega a negociar», se puntualizó desde Cancillería.
Estado de ebriedad
En un libro de memorias publicado el años pasado, Duncan afirmó que durante la firma del pacto que se celebró en una bodega que la Embajada británica tiene en Buenos Aires, Foradori se encontraba en estado de ebriedad, y que al otro día llamó a Mark Kent, representante diplomático del Reino Unido para preguntarle qué era lo que había firmado.
La noticia de la cancelación de este acuerdo fue celebrada por funcionarios, legisladores y excombatientes.
El jefe de Gabinete, Agustín Rossi, escribió en su cuenta de Twitter: «Fin del vergonzoso y claudicante «Pacto Foradori-Duncan firmado en 2016»; y replicó el posteo del canciller que explica las gestiones.
«Cuestión Malvinas: Argentina notificó la decisión de poner fin al «Pacto Foradori-Duncan» de 2016. Lo hice en reunión con el Secretario de Estado para las Relaciones Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, en la Cumbre de cancilleres del @g20org en Nueva Delhi, India», escribió Cafiero.
Y agregó que «el Gobierno argentino ha propuesto retomar las negociaciones por la cuestión de la soberanía y para ello impulsa una reunión en la sede de @ONU_es en Nueva York».
«Propuse una agenda de temas que, como mínimo, debe ser parte del proceso de negociación que impulsamos de conformidad con lo dispuesto por la resolución 2.065 AGNU», dijo y amplio con que «La Argentina cumple de esta manera con el mandato de la Asamblea General y del Comité de Descolonización de Naciones Unidas. Honramos el compromiso del presidente @alferdez y de nuestro gobierno de sostener a la Cuestión Malvinas como una política de Estado».
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