Nacionales

El impuesto porteño que afectará el consumo

Comparte:

«Es insólito, en lugar de impulsar la economía, la Ciudad de Buenos Aires castiga a quienes la quieren poner en marcha», protestó CAME por el gravamen a las compras con plásticos.

Las pymes manifestaron un “enfático rechazo” al nuevo impuesto al sello que la Ciudad de Buenos Aires incluirá en las compras con tarjeta de crédito. Las cámaras empresarias aseguran que se trata de un “golpe al consumo”, en un contexto recesivo donde lo que se debería buscar es impulsar las ventas. Además, anticipan que “atentará contra la bancarización” en un país donde reinan las transacciones en efectivo y la informalidad.

«Es insólito, quieren estimular la economía agobiando al que la pone en marcha. En lugar de generar más incentivos para movilizar las ventas y la actividad productiva, le pegamos al cliente», aseguró Gerardo Díaz Beltrán, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came).

A través de un comunicado, desde Came manifestaron un “enfático rechazo” al nuevo impuesto a los sellos del 1,2 por ciento sobre los consumos con tarjeta de crédito que anunció el gobierno porteño durante la presentación del presupuesto 2021. Desde la entidad aseguran que “inventar nuevos impuestos solo agravará la situación”, debido a que los comercios se encuentran “muy golpeados en sus ventas por la pandemia” y a los consumidores, “que pierden poder adquisitivo por el incremento de precios”.

“Sin ninguna duda es otro golpe al consumo. Si queremos salir de esta crisis hay que tomar las medidas inversas, quitando impuestos para generar más trabajo”, agregó Díaz Beltrán, presidente de Came. Y anticipó que la medida generará mayor informalidad en las ventas y “atentará contra la bancarización”.

La Ciudad de Buenos Aires sumará el impuesto al sello de 1,2 por ciento en los consumos con tarjeta de crédito, que se verá reflejado al final de todo del resumen de la tarjeta. La explicación oficial es que buscan compensar la caída de fondos de la coparticipación. Con este impuesto planean recaudar 7.700 millones de pesos. También crean dos nuevos tributos: la eliminación de la exención al Impuesto sobre los Ingresos Brutos a las Leliq (con una expectativa de recaudación de 10.600 millones de pesos) y a las operaciones de pases (busca ingresos por 1.400 millones).

El gobierno porteño argumenta, además de la necesidad presupuestaria, que el tributo a los sellos en los consumos con tarjetas  ya existe en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Tucumán, San Luis, Chaco y Tierra del Fuego.

Por su parte, Damián Regalini, empresario textil y miembro de la fundación Pro Tejer, criticó el doble estándar del PRO: “Es un fenómeno cercano a la esquizofrena que Juntos por el Cambio suba los impuestos, y al mismo tiempo hable de la problemática de la suba de impuestos y de cuánto esto atenta contra las inversiones”. A través de sus redes sociales, agregó: “Los impuestos que pone Larreta para las pymes y los consumidores de la Ciudad gozan de impunidad mediática”.

Juntos por el Cambio, por otra parte, rechazó a nivel nacional el aporte extraordinario a las grandes fortunas porque sostuvo que imponer nuevas cargas desalienta inversiones y altera la estabilidad tributaria

Ahora 12 con impuesto

Además de tratarse de un impuesto al consumo, otra de las críticas tuvo que ver con gravar la bancarización. “Grave error el impuesto al sello que quiere aplicar la Ciudad y ya aplica Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Chaco, San Luis, Mendoza y tierra del Fuego. ¿Querés recaudar más? Desincentivá el efectivo, no hagas todo lo contrario”, aseguró Ignacio Carballo, economista especializado en inclusión financiera. Por otro lado, recordó que 9 de cada 10 pagos se realizan en efectivo, pese a la bancarización que provocó el coronavirus, según el último informe de inclusión financiera del Banco Central. 

Ariel Setton, economista experto en medios de pago, alertó a los consumidores: “Las cuotas a vencer en 2021 de los planes Ahora 3, 6, 12 y 18 también van a pagar el impuesto al sello. Prepárate para agregar un costo qué tal vez no tenías previsto cuando hiciste la compra”. Es que por los tres meses de gracia que tienen los planes Ahora, las primeras cuotas caerán en 2021, cuando ya esté en vigencia el impuesto. Así, por ejemplo una computadora de 100 mil pesos, pasará a costar 101.200 pesos. 

Por otro lado, expertos en bancarización remarcan que sería conveniente sacar los débitos automáticos en la tarjeta de crédito, como por ejemplo el seguro del vehículo, la prepaga, o los servicios públicos. A cada uno de esos gastos se les agregará el 1,2 por ciento del impuesto al sello. Estos consumos pueden seguir debitándose automáticamente, pero en vez de con la tarjeta de crédito, desde la cuenta corriente. 

“Se dan cuenta que con este 1.2 por ciento a los consumos con tarjeta de crédito (que paga el consumidor) se revierte por completo la «baja de tasas» (que paga el comercio, incluido en el precio que paga consumidor) que bajaron de 3 por ciento en marzo de 2017, hasta 1.8 por ciento en 2021? Se termina pagando 3 por ciento nuevamente. La principal diferencia es que antes se lo llevaban los emisores de tarjetas y los adquirentes, ahora ingresa como impuestos”, recordó Setton sobre la baja gradual a las comisiones de las tarjetas. 

Fuente Pagina12.