Días después de haber ensayado un “cerco” a la isla que reclama como parte de su territorio, el presidente chino llamó al ejército a “defender con determinación la soberanía territorial y los intereses marítimos de China”.
El presidente de China, Xi Jinping, elevó este miércoles la tensión con Taiwán al instar al Ejército de su país a prepararse para el «combate real», apenas días después de haber ensayado un cerco a la isla que reclama como parte de su territorio.
El Ejército debe «defender con determinación la soberanía territorial y los intereses marítimos de China y esforzarse por proteger la estabilidad periférica en general», dijo Xi al visitar una base naval en el sur, aunque sin mencionar explícitamente a Taiwán, según declaraciones transmitidas por el canal CCTV.
Xi exhortó además a las fuerzas armadas a «reforzar el entrenamiento militar orientado al combate real».
El mandatario hizo estas declaraciones después de que el Ejército chino realizara tres días de ejercicios militares alrededor de Taiwán, en los que ensayó un cerco a la isla de gobierno autónomo.
Beijing considera Taiwán como una provincia que todavía no logró incorporar a su territorio y no renuncia a tomarla incluso por la fuerza si fuera necesario.
En 1949, cuando los comunistas ganaron el conflicto interno, los nacionalistas del Kuomintang se refugiaron en la isla, que se considera independiente y mantiene relaciones diplomáticas con unos pocos países del mundo.
En virtud del principio de «una sola China», a priori reconocido por la mayoría de los países, entre ellos Argentina, Beijing se opone a cualquier relación formal entre los dirigentes de la isla y los de otras naciones.
Por eso, el gobierno chino consideró una provocación la reunión que mantuvieron la semana pasada en California la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, y el titular de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy.
Como respuesta, el ejército chino organizó sus ejercicios militares, que incluyeron el despliegue de buques de guerra y de aviones cazas. Los comentarios de Xi Jinping fueron los primeros hechos en público tras esas maniobras.
La agencia china Xinhua se limitó a señalar que Xi «inspeccionó» ayer el Comando del Teatro Sur del Ejército Popular de Liberación y que enfatizó «la importancia de fortalecer el entrenamiento y la preparación para el combate y acelerar la transformación, con el fin de impulsar los niveles de modernización de las Fuerzas Armadas en todos los frentes».
Pero, además, la agencia estatal dio cuenta hoy de que «el Consejo de Estado y la Comisión Militar Central publicaron un conjunto de normas revisadas sobre el reclutamiento militar, con el objetivo de proporcionar garantías institucionales para consolidar la defensa nacional y construir unas fuerzas armadas fuertes».
La nueva regulación -que entrará en vigencia el 1 de mayo- tiene 74 artículos en 11 capítulos, y «se centra en reclutar más soldados de alto calibre, estandarizar y optimizar los procedimientos de reclutamiento y mejorar la eficiencia del sistema».
El acercamiento de los últimos años entre Taiwán y Estados Unidos provoca enojo en Beijing, porque aunque Washington y Taipei no tienen relaciones oficiales, el país norteamericano aporta a la isla un sustancioso apoyo militar.
Hace unos meses, China llevó a cabo maniobras militares sin precedentes cerca de Taiwán y disparó misiles en respuesta a una visita de Nancy Pelosi a la isla, cuando ésta ocupaba el cargo que ostenta actualmente McCarthy.
Xi hizo sus declaraciones coincidiendo también con el inicio de las mayores maniobras militares conjuntas jamás realizadas entre Estados Unidos y Filipinas.
Con esos entrenamientos, ambos aliados históricos quieren reforzar la coordinación para contrarrestar la influencia de China en la región. Y es que la cercanía de Filipinas con Taiwán podría hacer del país un socio clave si Pekín decidiera invadir la isla rebelde.
Filipinas anunció a principios de mes la localización de cuatro nuevas bases militares susceptibles de ser utilizadas por Estados Unidos, una de ellas ubicada cerca del mar de China meridional y otra no muy lejos de Taiwán.
China cuestionó ese acuerdo, que, advirtió, «pone en peligro la paz y la estabilidad regionales».
Por otro lado, Beijing impondrá una «zona de exclusión aérea» (No fly zone) al norte de Taiwán el domingo, para hacer «actividades espaciales», afirmó el Ministerio de Transportes taiwanés, según la agencia Ansa.
«China ha creado unilateralmente una no fly zone en un área en la que convergen muchas rutas internacionales, para restringir los vuelos sobre la base de ‘actividades espaciales’», criticó un comunicado de Taipéi, que detalló que el cierre del espacio aéreo durará 27 minutos, a partir de las 9.30 (20.30 del sábado en Argentina).
(Fuente Telam)
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