El gobierno de Putin anunció que ya comenzó las trámites para su certificación, aseguró que la producción a escala comenzará en septiembre y que se empezará a administrar en octubre 08/08/202
“Actualmente se están verificando todos los documentos, incluidos los datos de los ensayos clínicos de la vacuna, que finalizaron el mes pasado”, detalló el Gobierno en un comunicado. Tatiana Gólikova, viceprimera ministra, explicó que la producción a gran escala comenzará en septiembre.
Días atrás, el titular de Salud, Mijáil Murashko, ya había anunciado que las primeras dosis de la vacuna estarían listas en octubre. Los primeros en recibirla serán los pertenecientes a los grupos de riesgo, las personas mayores y el personal sanitario.
En declaraciones a la agencia RIA-Nóvosti, Alexánder Gintsburg, director del Centro Gamaléi, explicó que “los niños no serán vacunados en la primera etapa. Habrá que esperar a que el medicamento haya completado un ciclo íntegro de pruebas en adultos”, aclaró.
En las últimas semanas, voces de alerta comenzaron a poner en duda los asombrosos tiempos rusos en la carrera por la vacuna. El inmunólogo Anthony Fauci, principal referente en enfermedades infecciosas en Estados Unidos, expresó la semana pasada sus inquietudes sobre la seguridad de los desarrollos allí, y también en China. Y advirtió que es probable que esos proyectos se enfrenten a un mayor escrutinio, dado que los sistemas reguladores de ambos países son mucho más opacos que los de Occidente.
Fauci, a quien se le preguntó durante una audiencia en el Congreso norteamericano si Estados Unidos podría usar vacunas chinas o rusas, afirmó que era poco probable. “Espero que los chinos y los rusos realmente estén probando la vacuna antes de administrársela a alguien”, dijo. “Las afirmaciones de que tienen una vacuna lista para distribuir antes de hacer las pruebas son, cuanto menos, problemáticas”, añadió.
Otro que expresó preocupación fue Bill Gates, que en declaraciones con Wire, apuntó: ”En China y en Rusia se están moviendo a toda velocidad. Apuesto a que en algún lugar del mundo habrá algunas vacunas que saldrán sin la revisión completa”. Para graficar por qué duda de los increíblemente rápidos tiempos que se manejan en algunos lugares del mundo, Gates explicó que “probablemente se necesiten tres o cuatro meses sólo para analizar los efectos secundarios de la fase 3”, explicó.
Las candidatas de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó el jueves pasado que ya son seis las candidatas a una vacuna contra la COVID-19 que se encuentran en la última fase de pruebas, lo que alimenta las esperanzas de poner fin a la actual pandemia, cuya curva de infecciones a nivel global sigue en fase ascendente. El director del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló en su participación virtual en el Foro de Seguridad de Aspen (EEUU) que estas seis posibles vacunas se encuentran en “fase muy avanzada”, lo cual es “esperanzador”.
A pesar de los anuncios rusos, la OMS no la incluyó en su listado de candidatas más avanzadas. De esas seis, tres se están desarrollando en China, otras dos son objeto de estudio de farmacéuticas estadounidenses (Moderna y Pfizer) y una última es investigada por la firma británica AstraZeneca en colaboración con la Universidad de Oxford.
El director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, añadió que en cuanto alguna de ellas muestre buenos resultados “se pasará a la producción de la vacuna y se procederá a la inmunización de la población, pero hay que ser cautos y ver posibles efectos adversos antes de vacunar a miles de personas”.
Recordó que junto a estas candidatas otros cerca de 160 laboratorios están trabajando para conseguir una vacuna, primera que se lograría contra un coronavirus.
Fuente: el fueguino